Llega Survivor Series 2017, un evento que, como el año pasado, se ha vendido como Smackdown vs Raw. Todas las rivalidades individuales se dejaron de lado, para llevar a cabo una rivalidad entre las dos ligas principales de WWE.
Estas rivalidades son interesantes de vez en cuando, pero hacerlas todos los años le quita encanto. Entre otras cosas, porque son muy falsas. WWE tiene una línea de estilo muy conservadora, que prohibe a sus personajes parecer personas, tener libre albedrío. Así, en los Drafts, cuando son movidos de una marca a otra, lo aceptan con toda la ilusión del mundo, y cuando hay una rivalidad, defienden su liga por encima de todo. Como si les importara. O como si al público le importara si gana Smackdown o Raw. Es una rivalidad que no puede obtener credibilidad.
Algo más de credibilidad puede tener un feudo entre Kurt Angle y Shane McMahon. Tuvieron una confrontación en 2001 que tuvo como resultado un gran combate entre ellos. Luego, con la Invasión, Angle se coló en el Team Alliance como espía. Y ahora, uno es General Manager de Raw, y el otro es Comisionado de Smackdown. Por desgracia, no puede haber una lucha entre General Managers, porque a Daniel Bryan no le van a dar permiso para luchar. Pero le quedan 10 meses para irse, y poder hacerlo en otra parte.
Así, ha habido batallas entre la gente de Smackdown y Raw, y para Survivor Series, la mayoría de las luchas son crossovers. Y muy buenas, carajo. Ha ayudado el buen estado de las ligas tag, que en este evento se han mezclado. Hemos tenido un The Bar vs The Usos; y un New Day vs The Shield, que están muy bien. Tendremos que mirarlas, como la lucha entre campeones, entre AJ Styles y Brock Lesnar, que es de revisión obligada.
Pero hoy toca revisar la lucha clásica de eliminación entre miembros de las dos ligas. Tenemos dos conjuntos llenos de estrellas, de ahora, y de siempre. Demasiadas, de hecho. Parecen, los equipos, conformados para vender entradas, y no hay una razón semántica para que, la mayoría de los integrantes esté ahí. Además, las eliminaciones son bastante humillantes para todos.
Ha habido muchas críticas, de hecho, por las eliminaciones de los luchadores, por decirlo de alguna manera, menos legendarios. Porque la moral judeocristiana lleva a la gente a defender a los débiles, así que muchos esperaban ver a Nakamura y Balor ser los ganadores. Eso no tendría ninguna lógica, como tampoco la tendría decir que Nakamura, Roode o Samoa Joe son el futuro de la empresa. Llevamos 15 años diciendo que Triple H humilla al futuro de la empresa, mientras que el único que siempre sigue aportando algo a la empresa es él.
No es que me importe, por tanto, que los "más jóvenes" (que no lo son tanto), pierdan. Me molesta que pierdan todos. Porque la presencia de la mayoría de los participantes no significa nada. La lucha es buena, muy larga, pero no es muy transcendente.
En el equipo de Raw, están Triple H, Kurt Angle, Braun Strowman, Finn Balor y Samoa Joe. A Smackdown le representan John Cena, Shane McMahon, Randy Orton, Bobby Roode y Shinsuke Nakamura.
La cosa comienza con Braun lanzando por los aires a Shane, que queda totalmente impresionado por su poder. Strowman se vuelve a mostrar impresionante. Es una lástima el bookeo de su combate contra Lesnar.
Hay varios intercambios buenos. Nakamura y Balor se ven las caras, y el público canta "NXT", aunque quizás debería gritar "NJPW". Triple H se enfrenta tanto al japonés como a Roode, y queda bastante igualado en ambos casos. El duelo de spin busters con Roode me gusta. Pero luego sale Strowman y destruye con sendos Running Power Slam a Bobby y Shinsuke. Demasiado poder.
Cena y Orton consiguen aplicar un súplex sobre una mesa a Strowman, para dejarle KO un rato. Roode y Nakamura vuelven de Backstage para ayudarles a completar el movimiento. Lo normal sería que Strowman hubiera sido eliminado por count out, pero no está claro quién es el luchador activo de cada equipo. Se retoman las hostilidades, y Cena consigue aplicar un Attitude Ajustment a Balor, y dos a Samoa Joe, que es eliminado. Posteriormente, varios miembros del equipo rojo concatenan ataques, para que el 16 veces campeón sea eliminado. No sé qué hacía aquí.
Randy Orton tiene un buen enfrentamiento con Finn Balor, y acaba cazándole con un RKO. Los dos miembros del equipo azul son atacados por Kevin Owens y Sami Zayn, que como sabemos, se volvieron a unir en Hell in a Cell. Randy se libra de Kevin con otro RKO salido de la nada, pero ya ha vuelto Braun, y lo destruye con un nuevo Running Power Slam. Shane se queda solo ante esta bestia, Triple H y Kurt Angle.
Kurt pide ser él quien le enfrente. Tienen cuentas pendientes. los dos guerreros luchan, y no lo hacen mal. Es Kurt el que consigue colocarse cerca de la victoria, al usar su Ankle Lock. Triple le frena, y le aplica un Pedegree, para poner a Shane encima suyo. Braun no entiende lo que ocurre. Shane no sabe si darle las gracias, y, mientras vacila, se lleva otro Pedegree, que le da la victoria a Hunter y al equipo Rojo.
Triple H finge que esa era su estrategia, y celebra junto a Strowman. Sin embargo, este se enfada, y le ataca. Triple H se convierte en el gran protagonista de la noche, y ahora está posicionado para tres posibles rivalidades para WrestleMania: Angle, Shane y Strowman. Lo más probable es que los dos primeros luchen entre ellos, y que Triple se vea las caras con el gigante. Pero todo puede cambiar.
Puntuación: ***1/2