El 1 de noviembre de 2019, Fox ofreció un show de Smackdown bastante especial, como consecuencia de lo ocurrido en el show Crown Jewel de Arabia Saudita.
Tras ese evento en Arabia, el avión privado de WWE salió hacia Estados Unidos, con el plan de preparar el episodio de Smackdown que se emitía el día siguiente, en directo. En él, iban los vips: Vince McMahon, directivos, Brock Lesnar, Tyson Fury, Ric Flair, o Hulk Hogan.
La mayoría de la expedición de WWE, por su parte, iba en otro avión, que sufrió algún tipo de problema técnico, que le impidió salir a su hora, así que el roster no pudo estar a tiempo en USA, para participar en el show.
Lo gracioso de esto es que los medios especializados en el mundillo, por lo general, dirigidos por gente con la madurez intelectual de un niño de 15 años, no tardaron en reproducir una historia, según la cuál, Vince McMahon había huido rápido del país, mientras el gobierno de Arabia, siempre por órdenes del Príncipe, que en la mente de estos medios, está todo el día pendiente de WWE, retenía a los luchadores de la empresa, a punta de pistola.
Estos medios, tomaron en serio algunas fuentes ridículas, como la de Hugo Savinovich, un tipo que trabajó en WWE hace muchos años, y que cuando lo hacía, era comentarista en español. No tiene acceso a verdadera información dentro de la empresa. De hecho, en su canal de Youtube, ha publicado cosas absurdas, como una confirmación de que en 2020 se dará el Undertaker vs Sting. No es por cebarme con él, sobre todo teniendo en cuenta que perdió a su mujer hace poco, pero, simplemente, es un hombre que trabaja para empresas como AAA, y sobre WWE, no sabe demasiado.
Según esta historia, Arabia debía dinero a WWE por sus eventos pasados, por lo que existió una fuerte discusión entre Vince y el príncipe, que son los que lo llevan todo en la empresa y en el país. Como consecuencia de esa deuda, WWE se negó a que Crown Jewel se emitiera en una cadena Árabe, y por ello, nació está confrontación. Los rumores siguieron, con presuntas afirmaciones de luchadores, que querían dimitir o, al menos, no volver a Arabia.
Pero no pasó nada. Con retraso, los luchadores de WWE se quedaron en un hotel de 5 estrellas hasta que se solventaron los problemas técnicos, y, después, volvieron a sus casas. No hay ningún dato que avale los rumores que indican que hubo problemas mayores. Arabia está realizando estos eventos con WWE, en parte, para mejorar su imagen de cara a su imagen internacional. ¿Qué clase de imagen daría si, de pronto, secuestrase a un montón de ciudadanos americanos? Creo que eso sería causa de un conflicto internacional.
Y, sí, Arabia debía dinero a WWE, y, por eso, los ingresos de Super ShowDown no constaron en el pasado ejercicio fiscal, lo que llevó a unos resultados mediocres, y la consecuente caída en el precio de las acciones de la empresa. Pero, en realidad, no es algo raro que un evento organizado por un estado, sea pagado con meses de demora. Es muy habitual, de hecho, que las grandes instituciones y, sobre todo, las instituciones estatales, paguen sus facturas con un retraso de 90 o 120 días. No hay que creer todo lo que se lee.
Poco después de estos hechos, WWE y la organización árabe que se encarga de estos acuerdos, publicaron un comunicado, confirmando el acuerdo de llevar a cabo dos shows anuales en el país, de aquí a 2027. Por si había dudas.
Pues bien, llegó la hora de Smackdown, y tan sólo estaban disponibles las mujeres, y los hombres que no van a Arabia por motivos morales: The Miz, Daniel Bryan y Sami Zayn. Pero NXT llegó al rescate.
Este problema coincide con el hecho de que el próximo PPV de WWE será Survivor Series, un show que, desde la nueva división de marcas, se ha usado para llevar a cabo una función especial en la que se enfrentan los luchadores de RAW y los de Smackdown, y que, en esta ocasión, con la llegada de NXT a la televisión, tendrá a los luchadores de la marca amarilla también involucrado. Y, justo, es la función menos apropiada para ello, porque la noche antes, estos tienen un importante compromiso en Wargames, un Takeover en el que 8 hombres y 8 mujeres estarán metidos en una jaula, con una exigencia física fuerte.
Así, estas bajas en Smackdown, se cubrieron con una invasión de NXT, con motivo de este evento Survivor Series. Capitaneados por Triple H y Shawn Michaels, los chicos de la marca amarilla se vieron las caras con los de Smackdown, siendo estos atacados por aquellos. Daniel Bryan, tras un careo con Hunter, estuvo en un main event muy interesante, enfrentándose al Campeón de NXT, Adam Cole, con el título en juego.
Hay que decir, además, que el rating del show azul no se resintió, y de hecho, subió un poco con respecto a semanas previas. De hecho, la semana anterior se emitió por FS1, marcando el peor rating de su historia, pero esto era algo esperable, por el corto alcance de esa cadena. Porque, así es, la audiencia de un show no debe medirse en términos absolutos, sino en función de la media de espectadores que tiene una cadena, y por eso los de WWE son tan apreciados por FOX y USA Network, porque, si bien han bajado de audiencia en los últimos años, las disminuciones que han sufrido han sido muy inferiores a las disminuciones medias de la cadena que los ha acogido, USA Network.
Así, tenemos este combate en el main event del Smackdown del 1 de noviembre de 2019, con el riesgo de que sea otro loco spot fest de Adam Cole. Pero este no es el terreno de Triple H, este combate es Made In Daniel Bryan, que es el mejor, así que saca una muy buena lucha de Cole.
Y la pierde, lo que dice mucho de él. Sería muy complicado ver a otra estrella perder limpiamente frente a alguien de NXT, pero Bryan demuestra su jerarquía en su forma de luchar, y no en el resultado, creando algo bueno para la industria.
Bryan domina la mayor parte de la lucha, empezando con calma, con técnica, con una Tapatía. Cole busca algunos buenos ataques a la cabeza de su rival, y alguna llave a esa zona, y Daniel lo vende realmente bien. Desde sus problemas con las conmociones, sabe que dolerse de la cabeza implica poner nerviosos a los aficionados.
A pesar de esos ataques puntuales del Campeón de NXT, Bryan sigue llevando la iniciativa, utilizando sus mejores movimientos frontales. Aplica llaves a las piernas, ante la mirada de Triple H y Michaels. Parece que Cole se va a rendir. Después, pasa al Lebell Lock. Cole no hace el más mínimo trabajo para vender esos dolorosos movimientos a las piernas, pero la sensación, por el trabajo del veterano, es que está muy dolorido. No obstante esto, del de NXT se saca Super Kick, Canadian Destroyer, y un rodillazo en la nuca, para vencer a Bryan.
Muy buena lucha. Todo lo que hace Daniel, vale oro. Los ataques a la cabeza de Cole cumplen, pero no sabe vender, y en cuanto al final, es baratito.
Puntuación: ***1/2
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