Durante el fin de semana de Survivor Series, WWE llevó a cabo la última edición del año 2018 de NXT Takeover, los eventos especiales de la marca de desarrollo de la empresa de Vince McMahon. Como siempre, el evento contó con una gran cartelera y un gran resultado.
NXT Takeover Wargames tuvo en el main event una lucha del tipo que da título al programa. Pero antes de eso, también ofreció luchas de buen nivel, como el combate entre Johnny Gargano y y Aleister Black, que forma parte del storyline más importante del año en el show amarillo. Esta es la lucha que vamos a comentar hoy.
Durante estos meses, Gargano y Tomasso Ciampa han tenido una gran rivalidad. El primero se convirtió en un baby face que levantaba pasiones entre los aficionados, mientras que el segundo llegó a ser la persona más odiada del mundo. Aunque Gargano consiguió una gran victoria en New Orleans, fue derrotado posteriormente en varias ocasiones debido a errores graves e, incluso, tuvo una intervención en una lucha titular entre Black y Ciampa, causando el triunfo de su odiado rival por accidente. Para Takeover: Brooklyn, se fijó una triple amenaza entre los tres, pero Black apareció tirado en la calle, tras el ataque de un agresor misterioso. De esa manera, fue eliminado de la cartelera, y Gargano volvió a ser derrotado como Ciampa.
Tras eso, se supo que Johnny era el atacante misterioso. El hombre más querido del momento enloqueció, debido a tanto amor. Había mucha gente que confiaba en él, que quería verle ganar, y se obsesionó por darle esa gran alegría. Es el elegido del público, y no podía permitir que Black se metiera en medio de su rivalidad con Ciampa. No es lo que la gente quiere.
Por eso, Gargano ahora es Heel, aunque no lo sepa. En Takeover Gargames II, Black busca venganza, en un combate de un estilo muy directo. Johnny realiza un par de referencias a su locura, pero, por lo general, hay poca psicología, sólo dos hombres dándose muy fuerte en la cara. Aunque al principio me costó entrar en la lucha, la increíble variedad de patadas del holandés acaba por atraparme. Le da a Gargano patadas de todo tipo, y este se defiende también bien, con golpes en la cara muy buenos, preparando su Crossface. No obstante, las patadas de Aleister son demoledoras, y vence, casi, humillando a su oponente.
La lucha es muy buena, aunque me da pena por Gargano. El storyline me gusta, pero ha pasado de ser la estrella que provocaba emociones más fuertes, a ser un rudo que es derrotado a la primera de cambio. Me da la sensación de que WWE ha dejado ir algo que era muy bueno. Pero será por algo. Quizás Triple H piensa en un DX vs DIY? Quién sabe.
Puntuación: ****
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