Dominion es el segundo gran evento del año en New Japan. En la edición de 2018, teníamos dos apariciones especiales, que esperabamos ver en Strong Style Evolved, pero que acabaron en Dominion: la de Rey Mysterio, y la de Chris Jericho. Tenemos un millón de luchas de New Japan pendientes por revisar, así que vamos a empezar por esas dos, que son un poco menos exigentes.
Como todo el mundo sabe, a finales de 2017, Chris Jericho se presentó en New Japan Pro Wrestling, para sorpresa de todos. Nadie imaginaba que una empresa que no fuera WWE tuviera dinero para pagar a esta estrella. Pero New Japan puso sobre la mesa sus 6 cifras, y Jericho tuvo su gran combate en Wrestle Kingdom, ante Kenny Omega.
La guerra entre los dos canadienses a través de promos y de Twitter fue encarnizada, y terminó en una gran lucha en Wrestle Kingdom. 5 estrellas le di yo, y también Dave Meltzer. El lector, de existir, juzgará qué opinión le produce más respeto, aunque en este caso, coinciden.
Durante esa rivalidad, Jericho se empeñó en que el verdadero main event del evento era su lucha frente a Omega, dejando de lado al combate por el IWGP Heavyweight Championship. Tetsuya Naito, que era el retador por el campeonato de Okada, defendió su combate como el principal, y Jericho, básicamente, dijo que no sabía quién era Tetsuya Naito, algo que, estoy seguro, es cierto. Esta pelea, y el buen resultado de Wrestle Kingdom, tanto en calidad como en venta de entradas, provocaron que New Japan y Jericho siguieran colaborando, y que su siguiente rival fuera Tetsuya. Chris le atacó en un evento, de forma muy furiosa, y se ganó un combate en el que el título del Ingobernable, el Intercontinental Champioship, estaría en juego.
En Dominion, tiene lugar esta lucha, en la que Jericho entra, de nuevo, como una mala bestia, atacando y destrozando a Tetsuya antes de que suene la campana. El canadiense lleva la cara pintada, y el japonés recibe de lo lindo, sin poder quitarse el traje. Jericho lo destroza con todo lo que encuentra en ringside, y le hace comerse una mesa.
La nota de la lucha sería un poco superior si esta parte hubiera tenido lugar durante la misma. Pero sin duda, tiene que se tenida en cuenta, porque el devenir del combate deriva absolutamente del palizón dado.
En cuanto a la lucha en sí misma, creo que es bastante buena, pero también demasiado normal. La mayor parte tiene lugar arriba del ring, y se lleva a cabo mediante las reglas de un combate habitual, lo que le resta impacto a la presencia de Jericho aquí. Chris utiliza buenos ataques a la espalda, e intenta hacer rendir a su rival mediante las Walls of Jericho, mientras que Naito usa DDTs y golpes en la nuca muy destructivos, incluyendo Neck Breakers en el borde del ring y en ringside.
Naito sangra por un ojo, y por la oreja, después del daño recibido antes de la lucha. Y se lo hace pagar a su oponente, brawleando, pengándole con los restos de la mesa rota, y aplicando un Piledriver sobre la mesa de comentaristas.
En la última parte de la lucha, ambos contendientes usan sus principales ataques. Naito no se rinde ante las Murallas, Jericho resiste el Destino, y finalmente, gana con un segundo Code Breaker.
Muy buena lucha, aunque creo que se mueve dentro de los límites de lo normal. A Jericho se le ve con algunas complicaciones a la hora de recibir los grandes ataques de su oponente.
Puntuación: ***1/2
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