Seguimos hablando de Hiromu Takahashi. Hoy toca repasar su defensa del IWGP Junior Heavyweight Championship ante Dragon Lee, con el que ha tenido 1000 batallas en México, USA y Japón, por máscaras, cabelleras, campeonatos, o por nada. Hoy, después de tanta guerra, se enfrentan por el título más importante que existe en el mundo para gente de su peso.
Lo hacen en San Francisco. NJPW ha creado un Dojo en USA, tiene un canal que retransmite sus shows en el país, y una Network a nivel global. Ya tiene un poco de infraestructura para competir con WWE. Aunque está lejos de hacer eso, en este show de San Francisco junta a más de 6.000 espectadores, que le colocan en el podium de los shows no-WWE y no-WCW con más seguidores en USA en este siglo. En el main event, Kenny Omega defendía su campeonato IWGP Heavyweight ante Cody.
La lucha que mantienen Dragon Lee y Takahashi en San Francisco es buena, aunque se corta a la mitad por el accidente del el que Hiromu sale tristemente lesionado.
Lee entra muy fuerte. Lleva la sangre ingobernable en sus venas. Vuela sin parar. Los dos se pegan golpes realmente fuertes, sin un gran orden, pero de una forma rápida y bruta. Se dan con todo, hasta que Hiromu trata de doblegar a su rival con el Triangle Shock. Dragon consigue levantarlo, y convierte la llave en un Dragon Driver demoleador, del que su oponente aterriza con el cuello de una forma horripilante. Ese ataque siempre me ha parecido muy peligroso y excesivo, y parece que se ha cobrado su primera víctima.
Con este ataque tan doloroso, Dragon tiene la excusa perfecta para atacar con una bomba sobre el cuello. Pero Kamaitachi sabe que no puede seguir, que algo va mal, y concantena algunos ataques sobre el cuello de su rival, para acabar la lucha con un Time Bomb.
Hiromu salva una lucha, aguantando una lesión terriblemente grave, con un gran final. No le veremos en un tiempo, por desgracia, así que el título queda vacante.
Puntuación: ***1/2