Hemos visto las grandes luchas en las que Manami Toyota y Toshiyo Yamada hacían equipo para enfrentar a poderosas rivales. Pero no hemos hablado de la historia que hay entre ellas, y que refuerza la legitimidad del tandem.
Toyota y Yamada fueron rivales siempre. Forman parte de la misma generación, pero de dos escuelas de estilo muy distintas. Toyota era una chica muy guapa, con un estilo muy habilidoso y aéreo, una heroína de manual, mientras que Yamada tenía un físico más tosco, y un modo de pelear muy duro, muy hard-hitting. Las dos suponían el epítome paradigmático de su respectivo estilo.
Y las dos llegaron a enfrentarse tres veces... con tres empates. En las dos primeras luchas, se llegó al límite de tiempo de 30 minutos, sin que hubiera una ganadora. En la tercera, ambas pidieron una prorroga de 5 minutos, pero tampoco, al llegar a los 40 minutos de combate, se logró dilucidar quién era la mejor.
Pero, finalmente, en un cuarto combate, dentro de un torneo, Toshiyo Yamada derrotó a Manami Toyota. Y esto ocurrió cuando ya eran amigas y compañeras de equipo. Pero Toyota no se lo tomó bien. Tenía un gran ego, y quería demostrar que era capaz de ganar, que no era una segundona. En cuatro combates, no había sido capaz de cubrir a Yamada, pero la retó a una nueva lucha. para convencer a los demás, y a sí misma, de que merecía dicha oportunidad, no solo puso su título de la IWA en juego; también se jugó la cabellera. Toshiyo aceptó, y también puso la suya sobre la mesa. Tenemos una lucha cabellera vs cabellera.
Lucha bastante emocionante, con un post-match tan increíble, que haría al combate merecedor de 5 estrellas, si no hubiera seguido en el blog, hasta ahora, la norma que dicta que para la puntuación sólo cuenta aquello que ocurre entre campana y campana. Maldito sea yo.
La historia cuenta que estas dos luchadoras tienen un estilo totalmente distinto... pero están muy igualadas. Son igual de buenas. Y eso se muestra muy bien en el combate. Empieza muy desordenado, con agarrones y peleas de gatas. Yamada consigue dominar al fin, golpeando con patadas terriblemente fuertes, y muy centradas en la pierna de su rival. Eso sí, también le cae alguna en toda la cara.
Toyota consigue su come-back mediante ataques aéreos, y comienza a endiñar súplexs sin parar. Y Yamada le responde con más súplexs. Tenemos varias tandas de súplexs de una y otra. Los de Manami, son más técnicos, bien colocados, aplicando presa a su rival para que le sea más difícil levantarse. Por su parte, los de Yamada son más cruentos y duros, dejan a Toyota partida en dos con cada golpe. Las dos sobreviven a todos. Es una gran forma de representar la igualdad en el nivel, y la diferencia en los estilos.
Ambas protagonizan varios vuelos buenos, que acaban con bastante dolor. En el caso de Yamada, porque le cae un televisor en la cara, al dar contra las mesas de comentaristas. Hay varios intentos de conteo genialísimos por ambos lados. En los últimos instantes, las dos buscan desesperadamente el golpe definitivo que les de la victoria, y lo reversan una y otra vez. Toyota busca el Japanese Ocean Cyclone Suplex, mientras que Yamada busca el Reverse Gory Bomb. Después de varios intentos, es Toyota la que lo consigue, y con ello, se lleva la victoria, retiene su título, y se lleva la cabellera de Toshiyo Yamada.
Cómo decía antes, el post-match es genial, muy emotivo. Es hora de rapar a Yamada, y Toyota está muy afectada. Las mujeres en el público también lo están, porque, para ellas, cortarse el pelo es algo traumático. Entre gritos, Yamada se corta un mechón de pelo, y el referee se lo da a Toyota. Esta se arrodilla a su pies, y se corta, no uno, sino dos, para dárselos a su compañera. Y ruega a los encargados que perdonen a Yamada, y no le corten el pelo. No pueden hacer eso, y cuando el peluquero se dispone a usar la maquinilla de afeitar, intenta deternelo. Hace falta un montón de luchadoras para pararla, y dejar al hombre hacer su trabajo, mientras se resiste y patalea. Yamada, sin embargo, acepta su derrota, y quedarse calva.
Las dos luchadoras lloran y se abrazan, para terminar este gran momento que pasaría a la historia del wrestling.
Puntuación: ****3/4