Especial 30 Aniversario de Chris Jericho
En octubre del fatídico 2020, se han cumplido 30 años desde la primera vez que Chris Jericho se subió a un ring de wrestling de manera profesional. Tal y como hizo su actual empresa, AEW, estamos aprovechando la eventualidad para celebrar, y para comentar algunas cosas sobre él.
Después de hablar de la primera pelea de su carrera, aquella que mantuvo con Lance Storm en Canadá, hoy charlamos de un momento que no resulta muy digno, pero del que se habla comúnmente. Se trata de su derrota en WrestleMania 29 frente a Fandango.
Fandango es un personaje de luchador bailarín, que llevaba unos meses apareciendo en los programas de WWE, y que se había lanzado a atacar a Chris Jericho, por entonces, face, de manera violenta, animado por una musiquilla muy pegadiza. Eso los llevó a pelear a WrestleMania, siendo esa pelea la primera en WWE del personaje.
Pero no la primera del luchador. El tipo que hace de Fandango, es un luchador que, previamente, utilizaba el nombre de Johnny Curtis. Después de unos años en FCW, participó en la irrelevante cuarta temporada de NXT, resultando ganador. A esas alturas, y tras la salida del programa de Syfy, este tenía tan poca importancia que el ganador, Curtis, que tenía derecho a un match titular, lo gastó en un combate por los campeonatos en parejas junto a su mentor, R-Truth.
Curtis no pasó del papel de jobber en Smackdown, y con razón. Posteriormente, desde finales de 2012, dio ese giro a su personaje, que, aunque debutó en live shows, no disputó ningún match frente a las cámaras hasta WrestleMania.
Jericho alucinó por el hecho de tener que pelear contra este mindundi a esas alturas de su carrera, y en un evento como WrestleMania. Él pensaba que podía ser mucho más interesante un combate frente a Wade Barret, que era Campeón Intercontinental, y que acabó en el preshow, porque Vince McMahon pensaba, según sus palabras textuales, que el Campeonato Intercontinental no le interesa a nadie.
Jericho quería proclamarse 10 veces Campeón Intercontinental, pero McMahon quería convertir a Fandango en una estrella. No hay manera de saber por qué a ese anciano se le ocurrió que Fandango podía ser un gran éxito, si incluso, como dice Jericho, las viñetas en las que participaba eran una bobada. Jericho incluso colgó el teléfono a Vince, enfadado. Este, le dijo que dominaría el 90% del combate, para luego acabar, y eso hizo pensar a Chris que, al menos, ganaría, pero no. Finalmente, la victoria se fue del lado de Fandango, que puede contar este hito como el combate más importante de su carrera.
Poco después, Fandango se convirtió en una broma, una canción pegadiza que el público cantaba como loco al aparecer el luchador. Cuando tanto la gente como Vince se aburrieron de la canción, Fandango desapareció, hasta que llegó a formar un dúo cómico junto a Tyler Breeze, que ha acabado en NXT.
La lucha entre Fandango y Jericho en WrestleMania, sin ser mala, es bastante irrelevante, teniendo en cuenta el tipo de show en el que nos encontramos. El público recibe, eso sí, un match entretenido, de relleno, en el que aplauden a un ídolo, Jericho, y alucinan al verlo derrotado ante el chiquillo debutante, cuya entrada, con un coro de bailarinas, es mona.
Jericho domina la mayor parte del match, siendo superior, y utilizando sus movimientos de marca. La diferencia es grande, pero el canadiense encaja algunos golpes a la cara bastante buenos, que incluso le hacen sangrar. Fandango remata mediante su finisher, el Leg Drop volador, pero Chris lo resiste. Cuando está a punto de ganar, intentando conectar las Walls of Jericho, el héroe, que está más delgado que nunca, es atrapado en un paquetito que le da la victoria a Fandango en WrestleMania. La gente no se lo cree.
Puntuación: ***