En el pasado artículo del blog, comentamos el alzamiento de Keith Lee como Campeón de NXT en The Great American Bash. Pero, como dijimos entonces, su reinado no resultó muy largo, porque, tras un tiempo, fue derrotado por una reciente incorporación, Karrion Kross, conocido hasta hace poco tiempo como Killer Kross en Impact Wrestling y otras empresas independientes.
Karrion lleva 4 días en la empresa de Vince McMahon. En febrero de 2020, antes de que empezaran las cuarentenas por la pandemia de coronavirus en occidente, éĺ aún estaba peleando en MLW. En realidad, a pesar de que cuenta ya con 35 años de edad, su carrera no es muy larga. Empezó a despuntar en Lucha Underground, y en su socia, la AAA Mexicana, donde se convirtió en un rudo yanki muy odiado por todos. Después, dio el salto a Impact Wrestling, empresa en la que también destacó mucho, hasta que se metió en algunos problemas con la compañía ahora canadiense. Parecía que su destino sería MLW, donde llegó a tener un par de combates, pero, después de que todo el wrestling mundial se parara, tuvo que tomar una decisión definitiva: ¿WWE o AEW?
Se decidió por la primera, en la que ha protagonizado un ascenso meteórico. Destrozó a Tommaso Ciampa, y a Domink Dijakovic, el amigo y rival de Keith. Al Campeón no le quedó otra opción que aceptar su reto por el NXT Championship, que le llegó en forma de contrato ígneo. Tras este ataque de su enemigo, un hombre demoníaco rodeado de llamas y acompañado por la bella Scarlett, el tiempo de Keith como campeón se acabó, tal y como pronosticaba el reloj roto que le enviaron los villanos. Y es que, Lee ascendería a RAW poco después, así que debía dejar el título en buenas manos. Lo que nadie sabía es que Karrion se lesionaría en el match, por lo que la correa seguiría un tiempo más en un estado indefinido.
Creo que la lucha es buena, aunque tiene un final un poco forzado, supongo que fruto de esa lesión. Keith golpea fuerte, pero Karrion utiliza las vallas y el metacrilato de ringside para hacerle daño en un brazo. A partir de ahí, comienza un trabajo zonal muy erudito, sobre la extremidad superior izquierda del campeón.
Trabaja muy bien, aunque es cierto que, en un choque de gigantes como este, uno espera otro estilo de match. Porque la forma de interpretar un combate tiene que adaptarse a las características de los luchadores que participan en él, y a la storyline que están contando, si es que esta existe. Y la verdad es que, después de estos minutos de dominio zonal por parte del rudo, comienza una nueva fase en la que se produce el choque de trenes, lo que tiene su lógica.
Una vez más, los inmensos ataques de contralona de Keith llueven como gotas dispersas, desgastando la integridad de un rival que ataca de manera más recurrente, a través de Sleepers, que están a punto de dejarlo KO. Este despierta justo a tiempo, pero recibe varios Suplexs Belly to Belly. El segundo, desde la esquina, acaba sorprendentemente con la lucha, tras la ejecución de un visiblemente mermado Karrion. No obstante, el combate está bastante bien.
Puntuación: ***3/4