Seguimos hablando sobre Extreme Rules 2020, rebautizado este año como Horror Show at Extreme Rules, por la naturaleza de algunas luchas cinematográficas introducidas en el programa. Aunque esto es así, es cierto también que algunos de los matches que, en otras condiciones, se hubieran incluido en el PPV, finalmente, quedaron para programas semanales, por la necesidad de sostener las audiencias de estos, y la imposibilidad de vender entradas para los grandes eventos. Así, la defensa del Intercontinental Championship entre AJ Styles y Matt Riddle quedó fuera, así como el Unsanctioned Match entre Randy Orton y Big Show, y el Bar Match entre Jeff Hardy y Sheamus. Estos dos últimos combates fueron creados para Extreme Rules, sin duda.
La mayoría de las luchas de Extreme Rules son buenas, sin que haya ninguna que rompa moldes. La pelea por el RAW Women Championship, sin estipulación alguna, era uno de los combates que mejor pinta tenían, y, efectivamente, resultó ser bueno, aunque al final se estropea un poco, por algunos botches, y por un final estilo Attitude Era tan raro. Es la lucha que comentamos hoy.
Bayley y Sasha Banks forman parte del roster de Smackdown. WWE lleva años vacilando con una posible rivalidad entre las dos, que emule las grandes luchas que tuvieron en NXT, pero siempre acaba echándose atrás. Hacen una gran pareja, y están marcando la diferencia, porque son realmente odiosas. Son campeonas tag team de WWE, y eso les abre las puertas, también, de los programas de RAW, y es así como Sasha ha conseguido una oportunidad por el campeonato del programa rojo, en manos de la japonesa Asuka.
Bayley es Campeona de Smackdown. Así las cosas, de ganar Sasha, estas dos tipas tendrán en sus cinturas los 3 campeonatos del roster principal de WWE. The Legit Boss tiene a su compañera en su esquina, mientras que Asuka cuenta con Kairi Sane, en una de sus últimas apariciones en la empresa. Parece ser que volverá a Japón, después de sufrir muchas lesiones; su falta de tamaño le ha pasado factura en una empresa en la que las rivales son mucho más grandes y pesadas que ella.
La lucha es bastante buena. Las dos mujeres son expertas en llaves de rendición muy duras, y buscan desgastar a la oponente a través de golpes frontales muy stiff. Sasha conecta un par de veces el Banks Statement sin éxito. Asimismo, castiga brazos, y sobre todo, manos, para evitar que Asuka pueda cerrar su Asuka Lock.
Aunque la lucha es igualada, creo que el trabajo de Sasha es superior. El combate se alarga, con buenos golpes por ambos lados, hasta que llega esa fase final, en la que Sasha comete un error y se tropieza en el esquinero, rompiendo un poco el ritmo del match. Finge una lesión en la pierna, pero no hay aprovechamiento de ello por parte de su rival. Ambas se enredan en un montón de counters, en los que Banks parece hacerse daño de nuevo, legítimamente, al sentarse Asuka sobre su pelo.
En ringside, Bayley se libra de Kairi, y pretende atacar a Asuka. El referee no se lo permite, pero, ahora, es la japonesa la que se equivoca, al escupirle su líquido verde en la cara al árbitro. Bayley golpea a Asuka con la correa del campeonato, y le quita la camiseta al referee, para hacer la cuenta, y darle una supuesta victoria a su amiga.
¿Es esto legítimo? ¿Por llevar la camiseta de referee, uno se convierte en referee? Por algún motivo, el tipo de la campana le sigue el juego a Bayley, y como no existen ya las figuras de autoridad en WWE, las malas se salen con la suya, sin que nadie lo impida.
En los programas siguientes, Stephanie McMahon aparecería para decretar un nuevo combate entre Sasha y Asuka, para determinar la verdadera campeona. De nuevo, las trampas de Bayley le darían la victoria a la chica del pelo azul.
La lucha es buena. Podría haber sido mejor, con un final más ortodoxo, pero, finalmente, creo que merece, aún así, una buena nota.
Puntuación: ***1/2
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