Entramos ya, al fin, en la última etapa del especial sobre el Hall of Fame 2016, que es doble especial, porque el luchador que nos queda por mencionar es The Icon, Sting, que, además de ser una gran leyenda, se retiró de forma oficial en la celebración del Hall de la Fama. Una lástima, porque nos quedamos sin ver el Taker vs Sting que tanto anhelábamos, y todo porque Triple H se empeñó en luchar con el ex WCW él primero. Una lesión en un match posterior frente a Seth Rollins alejó de forma permanente de los rings a Sting, que en cualquier caso, ya superaba ampliamente el medio siglo de vida.
Durante muchos, muchísimos años ha luchado Sting, siendo importantísimo casi siempre, primero como gran babyface, después, como vengador en caza de la NWO, luego, como gran atractivo de TNA, y finalmente, apareciendo en WWE para cumplir con lo único que faltaba en su carrera. Pero, de todos estos años, si nos tenemos que centrar en la calidad in ring, hay que decir que la mayoría de las cosas buenas se congregan en la primera mitad de los 90, como muy tarde. Pero no por casualidad, porque como ya he dicho en alguna ocasión, esos fueron unos años de excelente wrestling en WCW.
Empiezo el especial con una lucha ligerita, pero muy bien ejecutada: su combate frente a Cactus Jack (Mick Foley) en Beach Blast 1992. En este evento, tuvimos un sensacional 30-minutos Iron Man Match entre dos imensos luchadores como Ricky Steamboat y Rick Rude, así que la lucha de nuestro protagonista quedaba en segundo plano. De hecho, en el main event no estaba ese Iron Man tampoco, sino una lucha por el World Tag Team Championship.
Sting era el campeón mundial, pero la lucha no era por el título. Cactus Jack había debutado en WCW unos meses antes, atacando directamente al campeón, así que tenían lío, hasta que, después de varias victorias de FOley frente a otros rivales, tuvo la oportunidad de enfrentarse al Stinger en un Falls count Anywhere. No es el tipo de lucha más interesante, pero estos luchadores lo ejecutan de la manera más interesante.
En esos tiempos, no había suelo acolchado como ahora, que protege a los luchadores en las caídas en ringside. Por eso, todos los golpes en el suelo resultan muy realistas y dolorosos, así como los golpes con las vallas, que son metálicas, como las de las obras. En este contexto, los golpes se centran en la espalda y el costado de ambos rivales.
La lucha está muy bien, y Foley demuestra lo que odia a su rival. Pero esta acaba demasiado pronto, a la primera de cambio, cuando Sting conecta un clothesline volador desde el esquinero a la rampa de llegada. Queda un poco frio, como una victoria demasiado sencilla, sin mucha epicidad. Aunque es muy disfrutable, se queda en poca cosa.
Puntuación: ***1/4
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