En el último post, hablamos de Fighting with my Family, película estrenada en 2019, y centrada en la vida de Paige, luchadora inglesa que, pese a sus orígenes humildes, llegó a triunfar en WWE. Y es que, tras su reciente visionado, estimamos que era el momento oportuno para comentar todo lo que le ha pasado a esta mujer en los últimos años, incluyendo sus problemas con Alberto Del Río; la publicación de vídeos suyos de carácter personal; sus lesiones y su posterior retiro del wrestling; el estreno de su biopic; y las acusaciones contra su familia dentro del movimiento Speaking Out.
Ya comentamos que su familia era bastante chunga, así que no es de extrañar que ocurrieran algunos excesos en sus gimnasios. De hecho, en la propia película, eso queda bastante claro. Yo quería ver alguna lucha de la promotora familar, la WAW (World Association of Wrestling), de Norwich, una pequeña ciudad inglesa, situada en el condado de Norfolk.
También, quería hablar un poco de los hermanos de Paige. Son Zak Zodiac y Zebra Kid, luchadores que pelean, actualmente, como The Hooligans, en los territorios independientes británicos. Y es que, hasta poco antes de la crisis por el coronavirus de 2020, en enero de ese mismo año, Paige aún estaba demandando una oportunidad para ambos hombres, dentro del roster británico de WWE, NXT UK. Y yo, la verdad, creo que habría sido un interesante añadido para el programa, sobre todo, si ella hubiera actuado como mánager.
Pero, ahora, es un poco más complicado. Debido al COVID, el programa NXT UK está parado desde hace meses. Se emite cada semana, pero con material de relleno, porque, en Inglaterra, es imposible llevar a cabo ningún evento. Y encima, Speaking Out ha tenido especial incidencia en Reino Unido, y WWE ha tenido que despedir a hombres como El Ligero y Jack Gallagher. Por eso, tras las acusaciones sobre la WAW, y con el estado actual de NXT UK, cuyo futuro está en el aire, la llegada de los Hooligans a WWE, se ha complicado mucho, si es que alguna vez hubo alguna oportunidad.
He decidido, a medida que escribía estas líneas, alargar un poco el especial, para ver alguna lucha de Zak Zodiac y Zebra Kid. Entonces, hablaré del papel del primero en la película, que es muy interesante. Hoy, vamos a centrarnos en hablar de la pequeña Britani Knight.
Paige nació en agosto de 1992, y fue bautizada como Saraya. Su madre, la luchadora Sweet Saraya, le puso el mismo nombre que ella usa arriba del ring. De ahí que, en algún momento, o al menos en la película es así, Paige se sienta obligada a triunfar en WWE, para cumplir los sueños de su madre. Como si su madre estuviera viviendo a través de ella.
El caso es que Paige ama el wrestling, aunque tampoco tuvo la opción de elegir. Era una familia de luchadores, todos se dedicaban a eso. Su padre, Ricky Knight, tiene 25 años más que su madre, aunque esto no se percibe en la película. Aunque parece una relación extraña, dada la diferencia de edad, lo cierto es que esto resultó muy positivo para Sweet Saraya, que, hasta conocerlo, había tenido problemas con las depresiones, y había intentado suicidarse. Él, a su vez, había pasado 8 años en la cárcel. Siempre hay un roto para un descosido.
Paige empezó a luchar en 2006, con 14 años de edad. La mayoría de sus combates tuvieron lugar en la empresa familiar, la WAW, aunque, con el tiempo, acabó participando en luchas de montones de promotoras, incluyendo Shimmer. Puede parecer lo contrario, por la forma en la que está enfocada la cinta, pero debió viajar bastante por Europa durante su juventud, pues peleó en Reino Unido, Alemania, Italia, Noruega, e incluso en Estados Unidos, viéndose las caras con estrellas como Cheerleader Melissa, Ayako Hamada o Mercedes Martínez.
Tuvo muchos combates contra su madre, y junto a su madre, mujer que también tiene una carrera bastante más impresionante de lo que se puede deducir de la película. Hoy, quería ver una lucha entre ellas, en su casa.
El enfrentamiento elegido es un combate relativo al año 2009. Britani Knight, esto es, nuestra querida Paige, defendía el Campeonato Femenino de WAW, el WAW British Ladies Title, ante Sweet Saraya, en el evento October Outrage XI, en The Talk, una sala de fiestas de Norwich en la que hay un buen ambiente.
Las reglas para las luchas titulares son muy puristas. Este tipo de wrestling parece beber más del producto clásico inglés, esto es, World of Sport, que de WWE. El caso es que los combates de campeonato se definen en varios rounds, casi como un combate de boxeo. Los rounds parecen tener un tiempo límite de tres minutos, aproximadamente. Se lleva la victoria la luchadora que haya conseguido más pinfalls o rendiciones al final de un número concreto de round, o, quizás, la que consigue dos caídas. La verdad es que no lo tengo muy claro. Además, se muestran tarjetas con sanciones, como en el fútbol, y como en otras disciplinas, como el Judo. Es de suponer que varias sanciones equivalen a una caída.
Puede que la diferencia de edad pueda llevar al equívoco de pensar que hay una gran diferencia física. Pero no es así. Las dos son altas, delgaditas y ágiles. Saraya tiene 20 años más que su hija, pero está en un gran momento de forma dentro de su carrera. Además, su altura impone.
Saraya es muy fuerte, muy enérgica, y conoce muchos movimientos, pero la verdad es que suelta lo que pilla. Su hija parece más inteligente, parece muy buena con las llaves y los suplexs.
Tras una caída sin resultado, Britani se lleva un punto, gracias a un Fisherman Suplex, y Saraya se lleva otro, gracias a una gran Power Bomb. Las luchadoras pelean con intensidad durante varios rounds más, hasta que la joven campeona consigue llevarse a su madre con un paquetito, apoyándose en las cuerdas, para ganar el punto definitivo.
La lucha no está mal, ambas pelean bien, aunque no es especialmente destacable por nada concreto, y las reglas me parecen confusas.
Puntuación: **3/4