A principios de 2020, WWE anunció los integrantes de su Salón de la Fama que debían ser inducidos en la ceremonia previa a WrestleMania. No obstante, y por causa de la pandemia de COVID-19, la exaltación no se produjo, y se pospuso para cuando las condiciones fuera más adecuadas. Parece que este año, 2021, sí habrá ceremonia.
Yo pensaba que tenía todo el tiempo del mundo para hablar sobre los egresados en 2020, pues serían estos, solamente, los que recibirían el honor en 2021. Pero no será así; WWE está anunciando una clase de 2021, en la que están Kane y The Great Khali, entre otros. Así pues, tengo que terminar el especial de 2020 antes de empezar el de 2021.
Especial de 2020 que ya empieza mal, porque Batista, del que hablamos durante el especial, finalmente ha declarado que no podrá estar en la ceremonia, y por tanto, dejará para más adelante su entrada. Pero ya hemos hablado de él en el especial, y eso no puede cambiar. Ahora, tenemos que seguir hacia delante, y decir un par de cosas sobre los inducidos de 2020 que aún no han recibido su trozo del pastel: JBL y la NWO. Empezamos por el primero.
JBL es un tipo que merece estar en el Hall o Fame. Es un currante, que fue leal a la empresa y que participó en la división de parejas durante muchos años, formando parte de The Acolytes, como Bradshaw, formando equipo con Ron Simmons, que utilizaba el nombre de Faarooq. Posteriormente, a partir del año 2005, cuando ya era un veterano, tuvo la oportunidad de encarnar a un nuevo personaje, y ser un main eventer luchando en la división single. Fue entonces cuando encarnó a JBL, un vaquero millonario muy odioso, con un uso del micrófono excepcional, que produjo grandes historias y rivalidades. Es cierto que sus habilidades arriba del ring nunca me interesaron mucho, pero por las cualidades de su personaje, su tamaño y la fuerza de sus golpes, era un main eventer más que creíble.
De hecho, Bradshaw debutó en WWF como un vaquero, un personaje parecido al de Stan Hansen, cuya inspiración, en general, es obvia. Estamos en el año 1995. En el 97 empezó a formar parte de The New Blackjacks, la reformulación del equipo ochentero, para después crear en el 98 el tag team que le haría famoso: Acolytes Protection Agency, un binomio de hombres rudos y enormes que trabajaban como guardaespaldas de otros luchadores, que formaron parte del Ministry of Darkness de Undertaker, y que fueron campeones en parejas en 1999. El equipo existió hasta su desaparición definitiva en 2004.
Para este especial, quería revisar una lucha del equipo, y una de JBL en su carrera individual, comenzando, claro está, por la primera. El caso es que no sé si estos dos tienen algún combate claramente bueno, porque estamos hablando de una época en la que las luchas de RAW eran muy cortas, y no había una gran calidad, en general. He seleccionado un combate que he visto recomendado por ahí, y que, efectivamente, no es gran cosa, aunque creo que refleja lo que era el tag team, y lo que era la división tag de la Era Attitude.
Es un match que disputan ante The Hardy Boyz el 5 de junio de 1999, en un combate de RAW, en el que pierden los campeonatos en parejas. La noche antes, en Heat, Bradshaw había sido destrozado por Kane, al recibir un Tombstone Piledriver sobre las escalinatas de metal, y no obstante, se empeña en luchar. Esa lesión en la cabeza será fatal para el resultado.
Los Hardy reciben a los gigantes volando sobre ellos. Son más rápidos, y más aéreos, pero sus rivales son más fuertes, así que pronto ponen la lucha a su favor, con ataques muy fuertes. Hay un clothesline de Bradshaw que es una bestialidad. Sin embargo, cuando parece que nuestro protagonista lo tiene todo controlado, recibe un golpe con un bate por parte de Jeff, lo que aprovecha Matt para rematarle con un DDT. Esa cabeza no aguanta más.
El combate es normalito, de unos minutos, tal y como se produjo la carrera de APA en general. En el próximo artículo veremos algo de JBL.
Puntuación: **1/2
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