Estamos repasando, últimamente, algunas luchas de 2019 que tienen pinta de ser buenas, antes de que acabe el año. Un choque que me resultaba llamativo sobre el papel es el que mantuvieron Walter y Eddie Kingston en PROGRESS, así que lo he visto.
Walter es El General del Ring, todo un señor de este deporte, mientras que Eddie es un loco, un brawler especializado en luchas violentas. Es todo un veterano de la mejor CZW, pero también un luchador de vieja escuela, miembro del actual roster de NWA, donde sólo caben luchadores de este tipo. También es un tío que ha prometido un pronto retiro, así que está de vuelta.
La lucha es por el Unified World Championship en manos del austríaco, título que surgió de la unificación entre el Campeonato Mundial y el Campeonato Atlas. Walter también lleva en su cintura el WWE UK Championship, mientras que que Kingston lleva la legendaria panza que le ha acompañado toda la vida.
El americano no estaba preparado para parar este tren. Cada vez que Walter le pega uno de sus chops, sufre. Algunas veces, parece absolutamente legítimo ese sufrimiento, porque Eddie tiene que frenar su ofensiva para agacharse e intentar respirar. Eso pica.
Kingston consigue reunir fuerzas de flaqueza y llevar a cabo un comeback con sus mejores golpes stiff. Walter lo vende, aunque no parecen golpes lo suficientemente fuertes para hacerle verdadero daño. El campeón se levanta, y pone a dormir al retador, que bastante tiene con haberle tumbado un par de veces.
La lucha no está mal, pero tampoco tiene nada que la haga recordable.
Puntuación: ***1/4
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