Asistimos a un acontecimiento importante dentro de la historia del wrestling: el Deadman vuelve, todo comienza de nuevo.
Después de unos años con un personaje humano, el del
american bad-ass, Undertaker es enterrado vivo por su hermano Kane durante su
enfrentamiento con Vince McMahon en Survivor Series 2003. El monstruo rojo
tiene sus motivos.
Ese ya no era su hermano, no es un monstruo, no sabe quién
es. Así pues, se jacta de haber acabado con el Undertaker, hasta que empieza a
oir campana, comienza a irse la luz sin motivo aparente. Todo hace indicar que
el Undertaker vuelve con su personaje de toda la vida, y su regreso tiene lugar
en Wrestlemania XX. Sin embargo, Kane
aún se mantiene incrédulo.
Y llega la noche del evento, un evento épico, en el que
tiene lugar el desastroso choque de trenes Goldberg – Lesnar, y ese gran final
con Eddie Guerrero y Chris Benoit como campeones mundiales. La mejor noche para
muchos amantes del Wrestling, en la que el retorno del Undertaker-Deadman queda
en un segundo plano, en un cortito combatito frente a su hermano Kane.
Después de una entrada espectacular de la mano de Paul
Bearer, comienza la lucha con un Kane que aún no se lo cree. “¡Yo te maté!”,
grita el monstruo rojo. Pronto, comienza un intercambio estilo old-school
bastante apañado. Cuando Kane piensa que ha vencido tras un Chockeslam,
Undertaker resucita, como en los viejos tiempos, y acaba destruyéndolo con un
Tombstone. Buen combatillo, pero muy cortito.
Puntuación: **1/2
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