Me pasé unos meses sin ver nada de wrestling. Volví en febrero de 2021, para visualizar lo que había ocurrido dentro de la industria, y me encontré una nueva tontería empresarial de WWE: un evento desarrollado sólo para el público indio, en el que la estrellas de la empresa se enfrentan a luchadores amateurs, naturales de ese país.
WWE tiene el plan de seguir expandiéndose, y estima que en La India puede tener una buena acogida. Es un país muy desigual, pero tiene una población enorme, así que ahí puede haber panojita. La empresa planea, visto está, desarrollar un NXT India, de igual manera que quiere hacerlo en Japón, y México, países en los que, en cualquier caso, hay una gran tradición luchística, y por tanto, una enorme competencia. El tema de La India, es mucho más complejo, porque si bien es obvio que hay opciones, por las características del país, es complicado saber si un proyecto así puede dar dinero de verdad.
WWE ha firmado, en los últimos años, a varios luchadores indios, entre los muchos que tiene a sueldo y apenas usa, sobre todo ahora que no hay Live Shows por el tema de la pandemia. La mayoría de ellos, tiene muy poca experiencia, y otros, llevan ya un puñado de años en NXT sin apenas aparecer en televisión. Tan solo Jinder Mahal, a quién incluso se dio el Campeonato de WWE durante un tiempo, y los Bollywood Boyz, han tenido un papel destacable, junto al inmenso The Great Khali.
Los planes de expansión de WWE se han complicado dada la crisis que vive el mundo. No hay eventos en Arabia, no hay eventos en India, ni en ningún sitio. Aún así, sigue haciendo sus experimentos, a espera de que las vacunas acaben con el COVID-19 en 2021, ardua labor, en cualquier caso. Así, creó un evento, al que le dio un nombre aleatorio, Superstar Spectacle, en el que todo el público que pudo asistir a través de videopantallas, era indio. Ellos, por las caras, estaban disfrutando del espectáculo, aunque el público occidental no pareció muy interesado.
Este evento ha recibido muy malas críticas, pero hay que contextualizar las cosas. Es un Live Show para indios, con luchadores indios desconocidos, y no muy buenos. Es una herramienta de márketing, así que me parece una tontería medirla en los mismos términos con los que se mide Wrestle Kingdom.
Yo, para el blog, he seleccionado la lucha que disputó AJ Styles con Jeet Rama, un tipo que lleva en NXT desde 2015, sin que nadie se haya percatado de ello. WWE lanza a su mejor luchador, frente al indio con más experiencia, para que lo ponga over, y en una lucha básica y de estilo clásico, Styles logra ese objetivo.
Es una pelea clásica de malo contra bueno, en la que el malo usa las trampas y las ayudas de su mánager, el negro de tres metros que le acompaña, para dominar, frente a los heroicos comebacks de su oponente. Vince McMahon lleva 50 años promoviendo peleas de este tipo. La última trampa del dúo de malignos permite al Phenomenal aplicar un Phenomenal Forearm, que le da la victoria.
Lucha básica, y bien hecha. Se le ha dado mala nota, pero yo creo que es un trabajo corriente, sin riesgo, pero correctamente aplicado.
Puntuación: **3/4