Hace unos días, comentamos el Royal Rumble masculino de este año 2022. Hoy, vamos a hacer lo propio con la batalla femenina, una batalla llena de estrellas del pasado.
WWE creó el Royal Rumble femenino en 2018, cuando fichó a Ronda Rousey, y la hizo debutar tras el fin de la batalla real. Esta, entonces, estuvo plagada de estrellas invitadas, en tanto que el roster de mujeres que tenía la empresa no era suficiente para completar algo interesante. Pero eso cambió.
Durante los siguientes años, firmó a muchas mujeres (y a muchos hombres, pues vació el mercado indy para eliminar la competencia). Por eso, las batallas correspondientes a los siguientes años, contaron con una participación de la casa, que, no nos engañemos, es algo mucho más aburrido: los Rumbles son lugares afines a las sorpresas. Y estas han vuelto este año.
Porque, a partir del comienzo de la pandemia de COVID-19, la estrategia de los McMahon con respecto al talento cambió radicalmente: empezó a despedir a gente sin parar. Vince se había dejado llevar por vicepresidentes que habían puesto gran énfasis en la plataforma WWE Network, y en el talento propio, y no estaba muy contento con eso. Despidió a sus directivos, y cambió el rumbo de las cosas. Firmó un acuerdo con Peacock, para que esa plataforma difundiera u contenido, y echó a la calle a más de 100 luchadores en un par de años. ¿El resultado? WWE firmará el mayor beneficio económico de su historia. Ese viejo avaro no es tonto.
Durante estos años de despidos, muchas mujeres se han ido a la calle, si bien la mayoría de ellas ha encontrado acomodo fuera. Ya no están Billie Kay, Peyton Royce, Mickie James, Chelsea Green, Lana, Ruby Riott, Marina Shafir, Mercedez Martínez, Ember Moon, Mia Yim, Nia Jax, o Eva Marie, entre otras. Y todo ese dinero en sueldos, se va para el bolsillo de Vince y sus hijos.
Por eso mismo, en este Royal Rumble hay tantas estrellas invitadas. Está incluso Mickie James, que es presentada entre aplausos como Campeona de Impact. No entiendo muy bien esta alegría, si, recientemente, ha estado varios años en la empresa no haciendo nada. Por otro lado, esta política de traer estrellas de otras empresas puede ser interesante; es algo que WWE no hace desde hace milenios. Veremos qué consecuencias tiene.
Durante las semanas previas, había dudas sobre la participación de Sasha Banks, debido a sus problemas físicos. De hecho, parece ser que estos han evitado un push en camino de WrestleMania. En cualquier caso, ya sabemos cuál será el main event del gran evento del año; la revancha entre Ronda Rousey y Becky Lynch. Sasha hace unos buenos minutos en esta batalla, pero es eliminada relativamente pronto: probablemente no esté recuperada al 100%.
Entra con el número 1, y su primera rival es una leyenda muy recordada, Melina. La expareja de John Morrison realiza su legendaria apertura de piernas, si bien es obvio que no se encuentra en un estado físico muy bueno. Recibe el respeto por parte de Sasha, antes de caer ante ella. Ambas muestran sus poses clásicas, aunque el duelo no contiene demasiada lucha.
Kelly Kelly también hace su aparición especial, si bien cada año es más difícil de reconocer, debido a la cirugía plástica. También ella cae fácilmente ante la chica del pelo azul. Esta, a pesar de su buen comienzo, no dura mucho en la batalla, mientras comparece gente como Bianca Belair o la Reina del Ring, Zelina. Asimismo se sube al ring, un año más, Michelle McCool, mujer de Undertaker, y la figura de autoridad Sonya Deville. Esta va directa a la mesa de comentarios; no tiene prisa.
La batalla es un poco aburrida en este momento, si bien hay un par de piezas de storyline que animan un poco la competición. Tenemos una nueva sorpresa sobre el ring: Cameron, una de las funkadactyls, compañera de Naomi como bailarina de Brodus Clay, antes de ser despedida de la empresa y realizar declaraciones muy polémicas. Hoy regresa para hacer su papel en la rivalidad entre su antigua compañera y Sonya Deville, que deja la mesa de comentarios y la ataca violentamente. Tras eso, llega al ring Naomi para vengarse.
Carmella llega para tontear con los comentaristas, pero la siguiente participante, la pesadilla Rhea Ripley, no se lo permite. Se enfrenta a ella y a su compañera, Zelina, y las elimina a ambas. Tras esto, llega al ring Charlotte Flair; cuidado con la participación en la batalla, porque a partir de aquí, va a mejorar mucho, y va a contar con grandes campeonas de diversas generaciones.
Sonya, aún eliminada, provoca, a su vez, la eliminación de Naomi. Después de eso, llega la Hall of Famer Ivory, que interpreta su personaje de Right to Censor, que originalmente combatía el descoque de las Divas de vieja escuela. Coge el micro para decir sus tonterías, pero es eliminada por Rhea. Después de ella, es el turno de Brie Bella; mientras su esposo triunfa en AEW, Bella hace su regreso a WWE, como lo hace su hermana minutos después, e incluso la citada Mickie James, que trae la correa de Campeona de Impact Wrestling en su cintura. Nada más entrar al ring, se enfrenta a Michelle McCool, una rival con la que protagonizó una rivalidad muy explícita en su día, y a la que elimina.
No es esta una gran batalla, pero ya vemos que pasan cositas, a diferencia de lo que ocurre con la versión masculina. Con el número 21, se aproxima al ring Alicia Fox, otra excampeona que lleva un par de años fuera de acción, pero que ya participó en RR 2021. Es una mujer muy poco interesante, pero no debe tener mala relación con la empresa, ya que estuvo en ella muchísimos años.
Otra cosita de cuantas ocurren en las llegada de Nikki ASH, la superheroína, que ataca a Rhea por la espalda. Esta chica destacó mucho en la creación de su personaje, pero por lo que veo, ya ha hecho un turn heel, algo muy apropiado para este tipo de personalidades: la bondad cansa. Como el número 25 entra al ring Summer Rae, una mujer que yo apenas recuerdo, pero que estuvo en la compañía hace unos años, y con el número 26 se completa la Bella Army. Las gemelas, que están en buena forma, hacen equipo para eliminar a varias rivales.
Otra sorpresa no muy sorprendente es la de Sarah Logan, una chica que fue despedida hace un par de años, que tenía un personaje salvaje, y que hacía equipo con alguien que está ahora en el ring: Liv Morgan. Se reencuentran, pero son vencidas por las Bella.
La siguiente participante es Lita, la mayor estrella femenina de la Era Attitude en WWE. También ella demuestra un gran estado de forma, y se gana seguir peleando en la compañía, como se verá posteriormente. Elimina a Mickie y se enfrenta a Charlotte.
Continuamos con un duelo de heroínas: Molly Holly llega para enfrentarse a Nikki ASH, que la espera escondida y la ataca de forma violenta por sorpresa, para eliminarla posteriormente. El público no está contento con eso. Con el número 28, llega Ronda Rousey, para estupor del resto de participantes.
La participación en este momento es extraordinaria, porque se enfrentan estrellas de varias generaciones. Brie traiciona a su hermana y la elimina, tan sólo para caer víctima de Ronda. Su amiga Shayna Baszler llega a la batalla, para encontrarse con ella, y así se completa el ring. No llegan, no obstante, a enfrentarse, por las interferencias de otras mujeres. Lita aplica el Twist of Fate sobre Charlotte, aprovechando que los Hermanos Hardy ya han dejado la compañía, y busca el Moonsault, pero acaba siendo eliminada por el Big Boot de la hija de Ric. Esta echa fuera también a Ripley, y aprovecha una gran batalla entre Baszler y Bianca, que ha aguantado en combate durante 45 minutos, para expulsar a las dos. Así, se queda sola frente a Ronda. Gran dominio de ambas.
Estas dos mujeres mantuvieron una gran pelea en Survivor Series 2019 pero, en este caso, su enfrentamiento dura poco. Charlotte se lanza con un Big Boot sobre su rival, pero esta aprovecha el impulso para levantarse sobre las cuerdas, y derrotarla. La exUFC apunta a un enfrentamiento con Becky Lynch en WrestleMania.
No está mal la batalla: ocurren muchas cosillas, aunque el final es decepcionante. Ronda y Charlotte podrían haber hecho algo mucho más emocionante, si bien es cierto que no conozco el estado físico de la primera.
Puntuación: ***1/2
sábado, 5 de febrero de 2022
30 Women Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022
miércoles, 2 de febrero de 2022
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022
Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.
Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.
Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.
Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.
Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.
Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.
Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.
El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.
Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.
Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año.
Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.
La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.
Puntuación: ***1/4