Acabamos con este especial sobre André the Giant que estamos haciendo en 2018, tras el rodaje del documental de la HBO en honor a su persona y su carrera. Volvemos al año 72, a Japón, cuando se hacía llamar Monster Roussimoff.
En mayo de ese año, André disputó una gran lucha de más de 40 minutos frente a Strong Kobayashi, en la promotora IWE (International Wrestling Enterprise), empresa vinculada a la IWA, que existió en Japón entre el 66 y el 81, y que fue la primera en llevar a ese país al gigante. En esta lucha, el francés y el japonés disputan la final de la cuarta edición de la IWE World Series. En 1968, Billy Robinson había ganado la primera edición de este torneo pero, en los años siguientes, Kobayashi y Roussimoff se habían llevado el trofeo. En el 72, estos dos hombres se ven las caras en una final de campeones.
Y en un grandísimo combate. Impresionante. Si alguien sigue pensando que André es un mal luchador después de ver esto, es que no tiene ni idea. Es un combate larguísimo, al mejor de tres caídas, que me ha parecido perfecto.
La primera caída transcurre con mucho llaveo, mucho candado a ras de lona. Las piernas de Kobayashi aprietan bien la cocorota del gigante, pero este tiene unas manos enormes que aprietan el cuello de su rival, y lo golpean sin parar. Después de minutos y minutos de forcejeo y llaveo, Kobayashi consigue aplicar un Body Slam sobre Andre (sí, todo el mundo sabe que el de Hogan no fue el primero, pero también es cierto que en el 88, André pesaba mucho más), pero André le responde con un increíble Tombstone Piledriver que lo destroza. La cuenta llega a tres, y no sólo eso, sino que pasan varios minutos antes de que Kobayashi pueda despertar para iniciar la segunda caída.
¡André the Giant realizando un Tombstone Piledriver!
Comienza la segunda caída, y André no deja ni moverse al dañado japonés. Va a por él y a por su cuello rápidamente. Pero, al intentar darle uno de sus dolorosos manotazos, le pega al esquinero, y se hace daño en la mano. Strong, a partir de ahí, se la ataca sin parar, golpeándola y llaveándola.
Durante muchos minutos, Kobayashi le aplica una palanca en la mano. Esta es tan grande, que se le puede hacer una palanca como si fuera un brazo. No consigue la rendición, y André, más enfadado que nunca, vuelve a darle de lo lindo en el cuello. Pero, mientras aplica un STF, empuja varias veces al referee, y este, le descalifica. Piensa que ha ganado por rendición, pero el referee levanta el brazo de Kobayashi. Esto no se ha acabado.
Después de dos larguísimas caídas, comienza la tercera, con los dos luchadores ya cansados, pero con un André que mantiene su furia, y sus ataques. Aún así, Kobayashi, que es el héroe del público, halla fuerzas suficientes para buscar una nueva estrategia con la que vencer al monstruo. Decide aplicar un Boston Crab para herir sus piernas. Es lo que se conoce en WWE como Walls of Jericho. Lo intenta una y otra vez, pero es muy difícil hacer girar a un hombre tan grande, y, además, con esa longitud, es fácil que este llegue a las cuerdas. Kobayashi lo consigue, y hace mucho daño. André acaba haciendo el Rope Break, pero tiene muchos problemas para ponerse en pié. Ya no es tan gallito como antes. Incluso parece asustado. Kobayashi ataca como un loco, con fuerzas ilimitadas. André cae fuera del ring, pero su pie queda atado a una cuerda. Queda colgado como un pollo, y para un hombre de ese tamaño, no es agradable. De esa manera, la cuenta llegua a 20 y Kobayashi se proclama triunfador en las World Series de la IWE. Gran combate, en el que no hay nada que sobre, en el que hay técnica, psicología y emoción.
Puntuación: *****