Si Elimination Chamber comenzaba con una lucha en jaula para definir a las primeras campeonas en parejas de WWE, terminaba con una lucha del mismo tipo por el veterano WWE Championship, en la que podríamos considerar la noche de Kofi Kingston.
En primera instancia, el plan era que Mustafa Ali ocupara un sitio en esta lucha. Pero se lesionó, y su sitio fue ocupado por Kofi. Por su carrera, y por la forma en la que entró en la contienda, no era de esperar que ocurriera nada importante con él. Pero la magia se abrió camino, y va a provocar, probablemente, y de una manera no planificada, un momentazo en WrestleMania.
Kofin Kingston debutó en WWE en 2007, hace más de 11 años, presentándose como un luchador highflyer bastante impresionante, que avanzó fácilmente hasta el midcard, pero que se quedó ahí. Ganó todos los títulos posibles en esa zona del cartel, pero nunca dio el salto a los main events.
En 2009, debió llegar su momento. Se enfrascó en una rivalidad con Randy Orton, principal heel de la empresa en la época, en la que consiguió varios highlights, obteniendo una gran victoria en Survivor Series, y dando un buen combate ante el entonces líder de The Legacy. Pero parece ser que cometió algún tipo de error en alguna lucha contra Orton, y este frenó su ascenso. El push se acabó.
Desde entonces, y durante muchos años, Kofi continuó dando saltos, sin avanzar en su rol, hasta que se formó The New Day, que hizo que su carrera cambiará por completo. Junto a Xavier Woods y Big E, creó una agrupación histórica, que ha dado muchas luchas buenas, y ganado muchos títulos, y que, sin duda, entrará al Hall of Fame, pero en la que su papel individual de disolvió un poco.
Ahora, sin que nadie lo esperara, entra en una Chamber sustituyendo a un compañero, y su papel en la misma va a provocar un cambio drástico en su carrera, que, posiblemente, le lleve a luchar por el WWE Championship en WrestleMania, frente a Daniel Bryan.
Y, de ser así, quizás tengamos al primer campeón negro en la historia de WWE. El mismo día en el que Becky Lynch podría triunfar y volver loco al público, Kofi podría conseguir lo que ya parecía imposible, y lo que el público, por su reacción en Elimination Chamber, desea más que nada. Y, cuando al público de WWE se le mete algo en la cabeza, más vale dárselo, si no se desea tener un nuevo fin de WrestleMania lleno de abucheos.
Tenemos una Chamber con 6 grandes veteranos. Si este combate hubiera tenido lugar hace 10 años, no hubiera sido de extrañar, pues todos eran ya estrellas en sus respectivas empresas. Además, a lo largo de los años, se han dado rivalidades múltiples entre muchos de ellos. Hemos visto feudos entre Bryan y Orton, entre Orton y Kofi, entre Orton y Hardy, entre Hardy y Styles, entre Styles y Joe, entre Bryan y Styles, entre Bryan y Joe... Muchos años de luchas.
Y, a pesar de esto, la pelea no resulta muy buena, salvo en la parte final, en la que se enfrentan Kofi y Bryan. Lo demás no me interesa lo más mínimo.
Empiezan luchando Joe y Bryan. Esperaba que pudiera haber una rivalidad buena entre ellos en WWE, pero ahora que ambos son rudos, no va a ser posible. En cualquier caso, la decisión de comenzar con dos heels es extraña.
Tienen un buen intercambio, aún así. El resto de los participantes va saliendo, y las eliminaciones se producen, sin que haya grandes historias de por medio. Todas resultan un poco frías, y parten de la nada, de un simple finisher aplicado en un momento arbitrario.
Pero quedan en la final Kofi y Daniel, y el público empieza a soñar. En un programa previo de Smackdown, en un Guantlet Match, Kingston salió triunfante, y la empresa debió quedar satisfecha con su trabajo, y con la reacción del respetable, para que Kofi ganara un protagonismo semejante de la noche a la mañana, que recuerda un poco al EC de 2013, en el que Santino Marella estuvo a punto de dar la campanada ante el propio Danielson.
Pero lo de Kofi parece un poco más serio que lo de Santino. El enfrentamiento entre el exjamaicano y el campeón es bueno, aunque muy centrado en los finishers. Pero, eso, en este contexto, resulta beneficioso para la historia, porque, cuando Kofi sobrevive a la Running Knee de Bryan, su victoria parece posible. La gente saca esa conclusión, en base a la cultura subconsciente insertada durante años en sus cerebros. Y cuando consigue ejecutar el Troubles in Paradise, el entusiasmo es general. Pero no consigue ganar. El conteo con el que Daniel se lleva la victoria es el más silencioso que recuerdo. Nadie hace la cuenta junto a referee, como suele pasar en cualquier otra lucha. Es una decepción muy legítima, que tendrá consecuencias.
Puntuación: ***1/2