Cuando The Shield debutó en 2012, ayudando a CM Punk a retener su WWE Championship ante Ryback, si no me equivoco, yo no daba mucho crédito al stable. Pensé que WWE volvía a hacer otra tentativa en esto de los stables, pero que no sería capaz de llevar el storyline hacia delante, porque no es capaz... nunca.
Pero Shield no fue Nexus, a estos no los dejaron en ridículo a la primera de cambio, sino que los mantuvieron invictos durante meses y meses, quedando, sus miembros, como grandes luchadores, y ahora, son los 3 principales main eventers de la compañía. Mientras tanto, de los 9 miembros de Nexus originales, solo quedan dos activos, Heath Slater y Darren Young, y los dos son de chiste.
Era obvio que Reigns acabaría siendo el superhéroe de la empresa, y Rollins el malote más malote. Pero no esperaba, hace unos meses, ver a Ambrose al nivel de ambos. Desde que formaron su tercia, todo el mundo esperaba ver una triple amenaza entre ellos, y parecía que era algo que WWE se guardaría para SummerSlam o WrestleMania, pero, finalmente, y después de la separación de rosters, la hemos visto en Battleground 2016.
La lucha ha gustado bastante. Me parece buena, muy entretenida, aunque muy centrada en los finishers. Y con algunas perspectivas de cámara extrañas, porque en dos vuelos, vemos caer, primero a ROllins, y luego a Ambrose, aparecentemente desde el cielo.
Comienzan las hostilidades, con las duplas Stephanie/Foley (Raw) y Shane/Bryan (Smackdown) en ringside. Tanto Smackdown como Raw quieren quedarse el campeonato (recordemos que Ambrose se queda en Smcakdown, mientras que los otros dos son de Raw).
Rollins intenta chocar los puños con sus rivales, el gesto típico de The Shield. Pero a cambio, lo tratan como una mierda, y le echan del ring. Cada vez que intenta subir, le hacen lo mismo, y resulta humillante. El combate transcurre con intercambios entretes pero un poco superficiales entre los tres, con Reigns buscando Super Man Punch por todos lados. Entre Rollins y Ambrose, en un bonito guiño a The Shield, aplican una Super Powerbomb contra la mesa de comentaristas en español, que se jala el samoano.
Rollins y Ambrose luchan entre sí, con el primero destrozando la espalda del segundo, después de un buen sillazo. Vuelve Reigns, y aplica dos grandes Power Bombs a sus enemigos, devolviéndoles la jugada. Rollins y Reigns quedan solos, Reigns soporta el Pedegree, y consigue impactar con el Spear, pero Ambrose aprovecha la confusión, y le pega un Dirty Deeds sorpresivo, con el que le gana.
De nuevo, tras la suspensión, Reigns es derrotado limpiamente, algo que no podríamos ver antes. El título se queda en Smackdown, Shane y Bryan celebran, como todo el roster de Smackdown, que aparece, comandado por John Cena.
La lucha es emocionante, y tiene muchas referencias a The Shield, aunque no es muy muy buena.
Puntuación: ***1/2