Empezamos el especial sobre el Hall of Fame de WWE en su versión de 2018. El protagonista de la edición de este año es Bill Goldberg.
Cuando Goldberg volvió a WWE a finales de 2016, ya empecé un especial sobre él. Suponía que sería exaltado, meses después, al Salón de la Fama, así que paré el especial hasta que eso ocurriera. Finalmente, como su rivalidad con Brock Lesnar se extendió hasta WrestleMania 33, Bill no entró al Salón el año pasado, y lo hizo Kurt Angle. Un año después sí que le tenemos ahí.
En ese comienzo de especial, ya hablamos de su racha invicta. Después de terminar su carrera como jugador de fútbol americano, Goldberg llegó a WCW, ganando todas las luchas que se le presentaban. Pero todas con un squash, eso sí. El hombre no tenía mucha formación en wrestling, y centraba toda su ofensiva en el Spear y el Jackhammer. A pesar de que no luchaba más que eso, su poder, sus movimientos, y la energía con la que derrotaba a sus enemigos consiguieron que la gente se volviera loca con él. No en vano su último paso por WWE ha estado centrado, también, en ese tipo de squashes. Se le podría haber pedido que tuviera luchas mediocres, pero, si traen a una leyenda, mejor que haga lo que le hizo famoso.
Aquella racha fue inflada con datos falsos de WCW sobre el total de luchas ganadas. Pero bueno, esto es wrestling. Recordemos que en los 70 WWE nombraba campeones a luchadores que supuestamente habían ganado torneos en Brasil, y eso era mentira. Y no pasa nada, esto es magia. En cualquier caso, la racha ficticia de Goldberg en WCW ha sido superada, hace unos meses, por Asuka en WWE. En este caso, con victorias reales.
En el blog ya hay tres luchas de esta racha invicta: sus squashes sobre Glacier, Steven Regal y La Park. Estos dos últimos son polémicos por otras cosas, que sabréis si leéis esos artículos. También, en ese anterior especial, revisamos dos de sus luchas más apreciadas en WCW: frente a DDP y frente a Scott Steiner. Por otro lado, en esta ronda de artículos sobre el Hall of Fame 2018, vamos a repasar el final de la racha de Goldberg, con el gran éxito al convertirse en campeón mundial al vencer a Hulk Hogan, y la gran cagada al perder el título y la racha contra ese canalla llamado Kevin Nash. Posteriormente, dejaremos atrás sus tiempos en WCW y comentaremos dos de sus mejores luchas en WWE.
Vamos hoy con la citada lucha frente a Hogan. El poderoso Goldberg se había mantenido invicto desde septiembre de 1997. Había llegado a ser campeón de Estados Unidos en abril del 98, al derrotar a Raven, y su posición en las carteleras iba subiendo. Finalmente, el Campeón Mundial y líder de la NWO, Hulk Hollywood Hogan, tuvo que concederle una oportunidad titular.
Esa lucha tendría lugar el 6 de julio de 1998. Hulk estaba aterrorizado, así que exigió a Goldberg que luchara frente a su compañero Scott Hall la misma noche. Debía vencer si quería conseguir su oportunidad. Desde luego, lo hizo. Ese capítulo de Monday Night Nitro fue conocido como La Noche más Larga de Goldberg (Goldberg's Long Night), pues la idea es que no llegara en condiciones de enfrentarse a Hogan.
La velada comenzó, no para variar, con una promo de la NWO, en la que Hulk, además de asegurar que Goldberg no llegaría a ser campeón, prometió que Karl Malone no volvería a jugar al baloncesto. Y es que, el mítico ala-pivot de los Utah Jazz tendría una rivalidad ese verano junto a DDP para enfrentarse a Hogan y Dennis Rodman. Esto tendría consecuencias durante la noche.
Durante la noche, también se muestran imágenes de las victorias de Goldberg en estos meses de racha. El programa se emite en directo desde el Georgia Dome, hogar de la empresa, que esta abarrotado. El público grita muchísimo a favor de Goldberg: el ambiente es increíble.
Scott Hall opone más resistencia de la esperada, pero cuando se ve perdiendo, pide ayuda a sus compañeros de la NWO. Varios se acercan, pero son destrozados por la espalda por DDP y Malone. Esto deja el camino libre a Goldberg para librarse del miembro de los Outsiders.
El main event de la noche supone la victoria 108 de las 173 que compondrían la racha invicta del gran Goldberg. Hogan aparece con su música habitual, utilizando la correa de World Heavyweight Champion como una guitarra. Recordemos que esta mítica correa tenía pintura negra encima con las siglas de la NWO.
Por supuesto, el combate no es muy bueno. No habían venido aquí Goldberg y Hogan a dar una cátedra de lucha técnica. El estadio iba a reventar, casi tanto como los audímetros, y para conseguir eso, ni Hogan ni Goldberg habían necesitado demostrar que sabían luchar en los años previos. Pero sus personalidades y sus historias eran enormes en comparación con las que vemos hoy en día. Por supuesto, si uno mira a la gente de la grada, se da cuenta de que no hay nadie que esté escribiendo una tesis doctoral.
Hogan y Goldberg pelean entre muchísimos gritos, que estallan cuando Goldberg lleva la delantera. Su estilo es tan explosivo, que de cualquier come-back puede llegar una victoria. Hay varios headlocks y poco más, salvo las trampas habituales de Hollywood: ataques con su cinturón, ahorcamientos, golpes bajos... Y también lleva a ringside a su enemigo, donde le ataca con una silla. El referee, Robinson, aún hoy referee de WWE, le riñe, pero no hace nada para evitarlo. Gracias a estos ataques, consigue golpear hasta tres veces con su Leg Drop. Pero Goldberg, obviamente, se recupera.
Hay un fallo en el timing aquí, porque la entrada de los miembros de la NWO coincide con el finisher de Hogan. Ni el espectador ve bien el momento en el que Golberg se recupera, ni tiene mucho sentido que Curt Hennig se acercara en este instante al cuadrilátero. El caso es que Malone llega tras él, y le aplica un poderoso Diamond Cutter. Hogan se queda sin los refuerzos que de tantos apuros le han sacado durante años. Goldberg le golpea con un Spear, y remata con un Jackhammer. Bill se convierte en Campeón Mundial, y el estadio se viene abajo. Caen objetos al ring de todas partes. Gran momento, pero lucha mala.
Puntuación: **
Goldberg, el producto mas valioso de WCW en las monday night wars, época que recuerdo con cariño, a pesar de que ya de grande, viendo de nuevo todo lo que pasaba tanto en la promoción de Ted Turner como en WWE (en esos tiempos WWF) me parezcan cosas ridículas, pero de niño todo me parecía increíble.
ResponderEliminarEs una lastima todo lo que sucedió con WCW, los errores y egos de muchas personas acabaron con la promoción, en mi opinión con Goldberg a la cabeza y dejando de lado a gente como Nash, Hogan o Vince Russo pudo haber sobrevivido y ser una competencia digna para la compañía del señor McMahon.
En la actualidad tenemos muchas alternativas a WWE; NJPW o ROH son ejemplos que valen la pena revisar, pero hace falta una promoción que ponga en alerta a la compañía de Stanford, que la saque de la zona de confort en la que se encuentra, para que den un producto de calidad con el que espectador disfrute y se entretenga.
Un saludo.
Es difícil pensar, ya, en una competencia televisiva como la de entonces. La base de la rivalidad entre WCW y WWF era la televisión. Todo el dinero entonces estaba en la tele. Ahora, todo va en otra dirección, y WWE se está posicionando mejor en Internet que nadie en el mundo.El número de visitas que tiene en youtube es bestial, y si algún día eso da dinero de verdad, estará en la mejor posición. La preocupación tiene que venir de la necesidad de crear interés para que la gente pague, y eso lo está solucionando con estrellas, y no con storylines. Por ahora les va bien.
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