Comienza el 2017, con lo que, posiblemente, sea el mejor evento del año. Hace ya tiempo que el Wrestle Kingdom de New Japan certifica lo mejor del año, y casi nada es capaz de superarlo a posteriori. La edición 11 de Wrestle Kingdom no ha decepcionado a nadie, de nuevo, ha sido impresionante.
Desde 2013, New Japan Pro Wrestling se ha convertido en la mejor empresa de lucha del mundo. Aparte de calidad, incluye mucho entretenimiento. Wrestle Kingdom no llega a los niveles de producción de WrestleMania, pero NJPW ha aprendido mucho de WWE, y ha montado un espectáculo que, por un lado tiene 2 o 3 grandes luchas, y por otro, tiene varios momentos muy reseñables, apariciones especiales, y debuts. Por eso, he pensado en analizar el evento entero, porque, aunque no todas las luchas son buenas, casi todas tienen algo reseñable.
La primera batalla es el New Japan Rumble, que tiene lugar antes del show oficial. NJPW ha copiado a WWE tanto el concepto de pre-show como el de Royal Rumble, así como la idea de que todos sus luchadores puedan aparecer en Wrestle Kingdom. Por eso, aquellos que no tienen una lucha importante, están aquí, en el Rumble, jugándose la victoria en una batalla por el honor.
El primero en entrar es Michael Elgin, que se ha recuperado de su lesión justo a tiempo para luchar en el Rumble. Su primer rival es Billy Gunn, que está una temporada en Japón, porque ha ido a apoyar a YoshiTatsu en su cruzada sin futuro contra el Bullet Club. Comparado con Gunn, Elgin parece pequeño, lo que dice mucho de los estándares de tamaño de WWE, en comparación con el wrestling de fuera.
Los dos americanos pelean, y aparece el tercer participante en la batalla, Bone Soldier, que no dura mucho: es lanzado fuera del ring por encima de la tercera. Recordemos que en este Rumble, las eliminaciones se dan tanto por encima de la tercera, como por cuenta de tres o rendición.
El siguiente competidor es Cheeseburguer, el pequeñin luchador de ROH, que tiene una buena reacción del público, y es el que provoca la salida de Bone Soldier. Aparece Jushin Thunder Liger, y la primera estrella invitada: Kuniaki Kobayashi, una auténtica leyenda, que aparte de unas pocas luchas en los últimos años, se había retirado en el año 2000, después de batallar con éxito contra un cáncer. Aunque está fuerte, e intenta algunas cosas, se nota que tiene problemas para moverse de forma veloz.
Kobayashi tiene un 1 vs 1 contra su último rival, Liger, incluyendo su mítico suplex. Llega otro veterano, Tiger Mask IV, que se lleva a Kuniaki con un embolsamiento, y este no puede librarse, siendo así eliminado. Ahora llega el poderoso Manabu Nakanishi, que entra dando mamporros a todo el mundo. Le sigue Ryusuke Taguchi, que se une al resto de juniors que hay en el ring para enterrar a Nakanishi, y eliminarlo.
Liger aplica surfboard a Taguchi, pero su amigo Tiger Mask aprovecha que tiene la espalda plana en la realización de la llave, para cubrirle. Jushin se enfada, y ayuda a Taguchi a eliminar al otro enmascarado. Así se van los dos personajes mosqueados a vestuarios, después de 20 años siendo compañeros y rivales.
Llega YoshiTatsu, aunque su compañero Billy Gunn ya fue eliminado hace tiempo. Entran Yuji Nagata e Hiroshi Tenzan, mientras Tatsu es eliminado. Y terminan apareciendo otras dos leyendas: Hiro Saito y Scott Norton, un americano muy querido en Japón, capitaneando la New World Order, versión japonesa.
Nagata es eliminado por todos, y Norton destruye a Taguchi con un gran power bomb. El resto se une contra Elgin, sin éxito. El canadiense los saca fuera a todos, acabando, en última instancia, con Cheeseburguer, que ha aguantado mucho, y que contaba con el apoyo del público.
Es una batalla real entretenida, con muchas sorpresas, aunque con una edad media un poco alta.
Puntuación: **3/4