Especial Vader
Estamos llevando a cabo un especial sobre Vader, en forma de homenaje tras su reciente fallecimiento. Podría haber elegido alguna de sus luchas famosas para esta tercera parte del especial, pero me voy a quedar con una un poco menos conocida, porque, de todos modos, las luchas famosas, tarde o temprano, salen a la luz. Vamos a hablar hoy de la UWF-I.
UWF es una promoción de lucha japonesa que operó entre el 84 y el 90. Fue conformada por exluchadores de New Japan Pro Wrestling, que apostaban por el shoot style, por un tipo de combate mucho más realista y contundente. Ya hablamos hace mucho tiempo del combate entre uno de los principales exponentes de este estilo, Akira Maeda, y Andre The Giant.
UWF fue continuada, cuando en 1991 se fundó la UWF-I, que perdudaría hasta el año 1996, siendo fundada por Nabuhiko Takada y otros luchadores del la UWF. Como aquella, en esta nueva promoción, perduró el hard-hitting y la lucha realista, creando escuela y siendo predecesora de cambios de estilo en otras promociones, y el auge de las MMA.
En un estilo de lucha como esta, Vader encaja a la perfección. A un tipo como este, que pega mejor que nadie, y que ama la lucha realista, ninguna empresa le viene mejor que esta. Es cierto que los luchadores de UWF odiaban a los americanos, y defendían que en el wrestling tenían que triunfar los luchadores entrenados en verdaderas artes marciales. Pero, cuando uno se lleva un puñetazo de Vader, se da cuenta de que no es un payaso.
Vader luchó entre el 93 y el 95 en UWFI, con el nombre de Super Vader, ya que, por temas de derechos de autor, no podía usar el nick Big Van Vader. En ese tiempo, se enfrentó en tres ocasiones a la máxima estrella de la compañía, Nobuhiko Takada. La lucha que comentamos hoy, considerada una de las mejores en la corta vida de UWF International, es la final del UWF-I Pro Wrestling World Tournament del 94.
Una lucha que, por descontado, es muy realista. Takada mantiene las distancias, y ataca con patadas lejanas, pero cuando Vader le agarra con sus puños, le tumba sin dificultad. Pero Takada es más veloz, y sus patadas llegan por la parte superior, y por la parte inferior. Es un peligro.
Sobre todo, el japonés busca el Arm Bar. Una y otra vez, atrapa a Vader con su llave, pero este en ningún caso permite que esta se complete. Con su mano izquierda, agarra su mano derecha, impidiendo que Takada aplique la palanca. Y cuando se libra, Vader ataca con maldad.
La lucha, como digo, es muy realista, y en la medida en que lo es, no es muy variada. No lo sería una lucha real. Takada aprovecha su velocidad y sus lejanas patadas para bajar a Vader a ras de lona e intentar partirle el brazo ahí, sin éxito.
Los golpes son cada vez más stiff, y las patadas llegan con mayor precisión a la cara de Vader, provocando siempre la embestida furiosa del animal. A pesar de la mayor iniciativa de Takada, los golpes de Vader hacen más mella en él. Los dos aguantan golpes muy fuertes, y el público, poco a poco, se vuelve loco. A pesar de la voluntad del japonés, Vader es muy fuerte, y tras un último puñetazo, gana el combate por cuenta de 10, llevándose, así, el torneo.
Una lucha muy realista, muy intensa, a la que sólo le falta un poco de ficción propia del wrestling que la haga más animada. Quizás se alarga un poco más de la cuenta. Pero, por lo demás, es un combate casi real.
Puntuación: ****1/2