La inmensa carrera de Terry Funk tiene de todo. Tiene montones de grandes luchas individuales, y también muchas grandes luchas en Tag, junto con su hermano Dory Jr. Pero también tiene varios momentos memorables más allá de la calidad técnica de sus enfrentamientos. Ya hablamos en su momento de su combate contra Jerry Lawler en un estadio vacío.
Otra lucha que la gente recuerda muy bien, sobre todo los amantes de la lucha hardcore y de la sangre, es la que tuvo con Sabú en ECW Born to be Wired. Se trata de un Barbed Wire Match, una lucha en la que, en lugar de cuerdas, hay alambres. En juego estaba el ECW World Heavyweight Championship, en manos del Funker.
La lucha empieza bien, con Funk resistiéndose a ser rajado con los alambres, y aplicando buenos golpes en la cabeza de su rival. Consigue castigar a su rival con los alambres, y acaba recibiendo su propia medicina. Hay sangre por todos lados.
Lo más llamativo de la lucha llega cuando Sabú corre para saltar sobre Funk, que está en el esquinero, pero este se quita. Después de eso, el extremo se estrella contra los alambres, y se cerciora el brazo, a la altura del biceps. Se hace una raja muy grande, apenas puede usar el brazo. Mientras Funk sigue golpeándole, se venda el brazo él mismo. Esto no es WWE, aquí la seguridad es mínima. Sabú podría haber muerto con esto.
Pero la lucha sigue. Aparece Rob Van Dam para atacar a Funk, y dejarlo en mal estado. Luego aparece Tommy Dreamer, y expulsa a RVD, pero Sabú ya lleva ventaja. Usa los alambres de todas las maneras, pero Terry no se rinde. Finalmente, se ata a sí mismo con alambres, y vuela sobre el campeón, que está en una mesa. Consigue cubrirle, atándose a él con los mencionados alambres. Hay sangre por todos lados, y es casi imposible sacar a los luchadores de la esfera de púas en la que están atrapados.
No soy gran fan de este tipo de luchas. Está bien llevada, pero sin más.
Puntuación: ***1/4