A mediados del año 2018, se comenzó a emitir un documental producido por la HBO sobre una gran leyenda del wrestling, André the Giant. Este documental que contó en cierta medida con el apoyo de WWE, profundizaba un poco sobre la figura de André, una gran estrella muy querida en Estados Unidos, Francia, Mexico, Japón, y cualquier parte del mundo, que movía pasiones gracias a su tamaño, a su imagen de gigante bondadoso. Pero, como se puede extrapolar de esta producción, detrás de las cámaras, había un hombre triste y depresivo, alguien que nunca pudo tener relaciones sociales sanas, que estaba enfermo y alcoholizado, que estaba amargado y trataba mal a sus compañeros, y que dio la espalda a los tratamientos médicos que podrían haber extendido su vida, muriendo, de forma prematura, a los 46 años de edad.
Sobre su carrera en el wrestling, todo el mundo recuerda su rivalidad con Hulk Hogan, y sus últimos años en la WWF. En internet, nadie le da un gran crédito como luchador, juzgándolo, tan sólo, por esta época, en la que estaba gordo y borracho, sin hacer el mínimo esfuerzo por verle luchar más allá de las peleas que conoce todo el mundo. Y lo mismo hace la gente con Hogan, dicho sea de paso. Pues bien, de igual manera que, hace tiempo, decidí ver combates de Hulk en los que demostraba que, efectivamente, era mejor luchador de lo que podía dar a entender cierta parte de su carrera, me apetecía hacer lo propio con André. Esre documental era la excusa perfecta para ver luchas del gigante, aunque por temas de agenda, se ha retrasado este especial más de la cuenta. Comencemos, ahora sí.
Para empezar, quería verle luchar en Francia. Hay algunas luchas suyas subidas en Youtube de este época, y son muy interesantes si uno quiere profundizar un poco en sus conocimientos sobre wrestling. En sus primeros años, luchaba con el nombre Jean Ferre en Francia, aunque fuera de ese país, recibió varios apelativos, como Monster Roussimoff o Andre Roussimoff, que era su verdadero nombre.
André fue descubierto por el luchador y promotor canadiense Frank Valois, quién vio el potencial que había en ese gigante de 2.13 metros de altura; le entrenó, y le guió en buena parte de su carrera. Hoy vemos una lucha, precisamente, entre ambos, que data del año 1970, 4 años después de que André comenzara su carrera como luchador profesional.
Valois ya está mayorcito. En posteriores años, le veremos siendo el mánager del gigante. Pero el que realmente sorprende, a nivel físico, es este, pues parece otra persona. Está mucho más delgado, ágil y fibrado, así que no se parece en anda al monstruo gordo y borracho que sería un día.
La lucha, por lo demás, es muy sobria. Esto es old school, así que no hay nadie dando saltos raros, sino dos hombres de gran tamaño realizando llaves contra los brazos y el cuello del adversario. En ese sentido, aunque no hay grandes dosis de acción, el combate es muy realista.
Valois es un tipo grande y rudo, pero, por supuesto, André lo es más. Aún así, esa diferencia no se deja ver en los primeros minutos, porque los dos se aplican buenas llaves. Pero los ánimos se van calentando, y cada vez que un luchador suelta la llave que está recibiendo, hay un golpe rudo que salta de un lado u otro. Por supuesto, en este contexto, los golpes de Ferre se dejan sentir de una manera más fuerte, por eso, la resistencia de Valois va bajando.
Y, sobre todo, lo hace cuando, durante muchos minutos, el francés le aplica llaves al costado con sus poderosas piernas. Una y otra vez, desde el suelo, levanta y azota a su maestro con ese abrazo realizado con las piernas, que le asfixia y le hace sufrir. La igualdad, por tanto, se rompe debido a esa diferencia de poder, y el combate se acaba después de que André aplique un Body Slam sorbe el magullado cuerpo de Valois.
Así es la vieja escuela. Las luchas no son trepidantes, pero las cosas tienen sentido, ocurren por algo. Y los combates parecen mucho más reales, que es una de las cosas que más deberían importar a la hora de evaluar un combate. En cualquier caso, André el Gigante empieza, con esta lucha, demostrando que tiene escuela, que tiene un entrenamiento y sabe pelear a ras de lona.
Puntuación: ****