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lunes, 8 de septiembre de 2025

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2025


Vamos a continuar con los reviews de los Royal Rumbles de este año. Será una buena introducción para mí de cara a revisar lo que ha pasado en la temporada de WrestleMania que sucede, precisamente, a la batalla. Vamos con ello.

La versión de 2025 comienza con el enfrentamiento entre dos leyendas vivas de la lucha libre mexicana; dos tipos de generaciones distintas que se encuentran en WWE y que, de tener un poco de suerte, podrían hacer maravillas juntos. Hablo de Penta y Rey Mysterio.

Penta llevaba sólo unas semanas en la empresa cuando tiene lugar esta pelea. Me parece un fichaje brillante, porque debe ser uno de los enmascarados mexicanos con mayores posibilidades de proyección en un lugar que valora tanto el físico y la capacidad para contar historias como lo es WWE. Penta no es un luchador tan impresionante como otros compatriotas suyos en lo relativo a los movimientos que es capaz de poner en práctica, pero cuando, en el pasado, ha tenido que contar historias, como lo hizo durante su paso por Lucha Underground, sin duda dejó huella. Volveremos a hablar sobre él en breve, si consigo mantener el ritmo de redacción adecuado por aquí.

Buen intercambio entre los enmascarados para empezar la contienda. Arriesgado, de hecho, por sus interacciones entre las cuerdas. Penta llega a poner un pie en el suelo, e incluso se puede dudar sobre si han sido los dos los que han tocado el asfalto, en cuyo caso, debería ser eliminado. WWE no pone repetición, lo que quiere decir que tiene algo que ocultar.

Sale Chad Gable muy rápido, quizá para que la gente olvide lo que ha pasado. Es, este también, un tipo muy habilidoso. Vemos ahora secuencias muy meritorias a tres bandas, incluyendo buenos movimientos en equipo de los mexicanos contra el americano. 

El cuarto participante es Carmelo Hayes, que mantiene el alto nivel de lo visto hasta el momento. Se alía con Gable para hacer frente a los mexicanos, y la verdad es que hacen un buen equipo, pero la alianza dura poco. Pelean entre ellos: el espectáculo es notable.

 Con el número 5 entra Santos Escobar, que comete la falta de respeto de aplicar el 619 sobre su legítimo creador. Asimismo conecta el Canadian Destroyer sobre Penta. Después de eso, recibe el verdadero 619, y tras otra secuencia de nivel, nos encontramos con un luchador colgando de la tercera cuerda en cada lado del cuadrilátero, con Chad Gable en medio. Todos ellos regresan a la contienda para atacarse mutuamente, y acaban tendidos en el suelo, mientras llega un nuevo guerrero: el siempre divertido Otis, que se encuentra con su excompañero en Alpha Academy, Gable, al que le da un buen y merecido guantazo.

Buena reacción del público ante la entrada de Bron Breakker, hijo de Rick Steiner, y fiel merecedor del apellido que en realidad no utiliza, pero que le va como anillo al dedo por su manera de luchar y por su imagen. Es autor de las primeras expulsiones de la batalla: sus víctimas son Hayes y Escobar. Es, Breakker, un luchador muy dominante; sin duda debe gustarle a Triple H.

Aparece Tozawa, con la vana ilusión de participar en la contienda. No lo hace, porque recibe un ataque furtivo por parte de los recientemente eliminados. Su lugar lo ocupa un tipo que pasaba por ahí, !Showspeed, ante la alegría del público. ¿Quién es este tipo y por qué recibe esta reacción?

Eso mismo me pregunté yo al ver Royal Rumble en directo. Parece ser que es un streamer muy querido en América, profesión, esa, que me es totalmente ajena: no me interesa. Ayuda a Breakker a eliminar a Otis, y se hace el chulo, pero después recibe un Spear tan destructivo por parte del heredero de los Steiners, que me sorprende que siga vivo. Breakker lo lanza volando fuera del ring y cae en manos de Otis, que a su vez lo revienta contra la mesa de comentaristas. No sé si WWE tenía planeado algún tipo de spot para que el youtuber volviera al ring desde su posición encima de esta, pero, en cualquier caso, no se lleva a cabo, porque el chiquillo rueda hasta el suelo. Ya tiene mérito no morir después de tales ataques por parte de profesionales de verdad.

Hace su aparición el legendario Sheamus, uno de esos tipos que podría seguir haciendo esto durante milenios. Después llega Jimmy Uso, que, por lo que leo, sólo ha estado en tres Royal Rumbles, contando este, a pesar de llevar en la empresa 200 años. Pega culazos en la esquina al estilo de Rikishi o Umaga, pero estos no son muy impresionantes, porque este chico no tiene el culo que tenían aquellos.

El siguiente participante es Andrade. Después de un gran comienzo con mucha acción, El Rumble frena su intensidad, y empieza a hacerse bastante aburrido. Hace su entrada Jacob Fatu, que parece haber tenido un rol muy protagonista durante el último año, casi inédito para mí en lo relativo a visualizaciones de lucha libre. Produce el caos con los clásicos ataques samoanos, aplicando un doble Samoan Drop sobre Mysterio y Penta, para después, eliminar a Gable, Rey y Andrade. Lo siento enormemente por el enmascarado. 

¿Dónde nace el eterno interés de WWE por tener samoanos animalizados en posiciones importantes dentro de las carteleras? Siempre me lo pregunto... Este ni siquiera tiene un físico tan impresionante como para resultar tan dominador... Lucha bien, claro; de casta le viene al galgo, mas da poco juego en cualquier otro aspecto. 

También combate en esta ocasión Ludwig Kaiser, personaje germánico que quiere presumir de inteligencia y clase, sin recordar que los alemanes dejaron de tener ambas cosas hace 180 años. Espera con presunta planificación para entrar en el momento más oportuno, y eso sólo le sirve para ser eliminado al instante. Después llega el turno de The Miz, que recibe buenos ataques por parte de Fatu. Este sigue sacándose la chorra y el público lo ovaciona. 

Es el turno de Joe Hendry, flamante campeón de TNA. En mi ausencia, WWE ha hecho cosas que requieren de mi atención, como colaborar con TNA o comprar AAA. Esto último sigue sonándome a inocentada. Tengo que estudiarlo.

La aparición de Hendry es pronto eclipsada por la música de Roman Reigns.  La estrella de la empresa participa en este Rumble con la intención de volver a estelarizar WrestleMania, y lo primero que hace es destrozar a The Miz, que ha sido el jobber de todo el mundo aquí. Fuera Miz, Sheamus y Hendry. A continuación, se enfrenta, el Emperador, a Breaker, un tipo con un Spear más poderoso que el suyo. Lo aplica, pero Roman está demasiado acostumbrado a recibir golpes duros. La veteranía es un grado. Se revela y elimina a su rival. Por otro lado, Fatu hace lo propio con su primo Jimmy y encara al que ha sido su líder tanto tiempo. Jacob se lo pone difícil a Roman, pero recibe un buen Spear. Ahora llega Drew McIntyre, un antiguo conocido.

Drew, furioso, ayuda a Fatu a patear a Roman. El siguiente en hacer acto de aparición es Finn Balor, tan irrelevante como siempre, y junto a él el Shinobi Nakamura, que es Campeón de Estados Unidos. Hay que rellenar un poco el ring, pues este se había quedado tieso tras las escabechinas de Fatu y Reigns; tan sólo Penta les había sobrevivido. No lo hace por mucho tiempo, por desgracia, porque Balor aprovecha su lucha contra Fatu, que acaba en un Canadian Destroyer, para sacarlo del ring. Más sangre samoana: Jey Uso aparece en escena.

Otro que vuelve tras un tiempo es AJ Styles. No es mala la participación, la verdad, aun carente de leyendas. Esto lo confirma la presencia del gigante Braun Strowman, antaño tan importante para WWE. Ejerce, sin duda, un gran rol, pues expulsa a Fatu, que parecía invencible. Este lanza sillas sin parar al ring, mas poco importa, porque con el número 23 sale John Cena, hombre que, contra todo pronóstico, se comería todo el año 2025 en WWE. Acaba con Strowman y con Balor, a este último, lanzándolo fuera con un AA que debería haber agarrado el gigante. No lo hace correctamente, poniendo en peligro a su compañero.

Esto no para. No hacen falta leyendas muertas, porque esto está lleno de leyendas vivas. El siguiente es CM Punk, y después de él llega Seth Rollins. Roman, Cena, Punk, Rollins, Styles, Jey Uso y McIntyre luchan entre sí, aunque aún faltan 5 hombres por entrar al ring.

Y el primero de estos cinco es el hombre máas repulsivo del universo; Dominik Mysterio. Un poquito desigual, ¿no? Con el número 27 sale Sami Zayn que, en nuestros corazones, es tan legendario como los otros. El número 28 es de Damian Priest, que destruye a Dominik, antiguo compañero de aventuras. El 29 es para LA Knight, y el 30 para Logan Paul. Muchos temen que sea, este, quien gane, mas el resultado final será igualmente decepcionante. Entre tantas leyendas enfrentadas, ¿por qué WWE elige a otro samoano random?

Sami es eliminado sin pena ni gloria, como lo son Drew, Priest y Knight, aunque estos me importan menos. Logan acaba sobre la mesa de comentaristas, esperando para volver, sin prisa. Salta como Super Mario de un apoyo a otro y regresa al ring justo a tiempo para eliminar a AJ, cuando este estaba preparando, fuera de las cuerdas, el Phenomenal Forearm. Cena, Roman, Jimmy, Logan, Punk y Rollins se miran. Sigue la batalla, ahora, con seis hombres involucrados. 

Es el momento de los finishers. Estos vienen y van. Rollins y Reigns mantienen el enésimo enfrentamiento entre ex-miembros de The Shield, y esto es aprovechado por CM Punk, que los elimina a ambos, para sorpresa de todos. La sorpresa se torna en gran decepción cuando Paul aplica de su propia medicina al Cookie Monster, que acaba fuera, peleando con los otros dos. El público señala que Cena es su última esperanza. Esto pinta mal.

Booket T avisa de que Superman ha vuelto. Agarra, Cena, a Paul y Jimmy para aplicarles el Attitude Ajustment, pero el samoano escapa. Paul es eliminado por El Pacificador, lo que implica que tenemos final. Regresan los cánticos clásicos de "Lets go Cena; Cena sucks", que son más irónicos que otra cosa, porque todo el mundo va con John. Enfrentan los dos finalistas y, sorprendentemente, es Uso el que sale ganador, cuando Cena trata de aplicar su finisher fuera de las cuerdas y recibe un simple empujón para perder. 

Rara decisión final de WWE que empaña un Rumble que había sido bueno. Cena encara al vencedor, aunque acaba dándole un abrazo. Paso previo para su turn-heel, del que hablaremos largo y tendido. En cualquier caso, este resultado no tendría mucho efecto sobre los main events de WM, que acabarían involucrando a Rollins, Reigns, Punk, Cena y Cody. Por su parte, Uso lucharía por el World Heavyweight Championship con Gunther en el opening. Vuelve esa época en la que los Rumbles servían para elegir al retador del título secundario de la empresa. Creo que eso devalúa un poco el valor de la batalla, pero bueno...

Puntuación: ****


sábado, 16 de mayo de 2020

Rey Mysterio vs Aleister Black vs King Corbin vs Otis vs Daniel Bryan vs AJ Styles, WWE Money in the Bank 2020



Durante la cuarentena por pandemia de COVID-19, las empresas de Wrestling, hacen lo que pueden para mantenerse a flote. Se podría pensar que la más poderosa de ellas, WWE, es la que más ventajas tiene, ya que cuenta con un buen colchón económico y buenos contratos televisivos, pero también es la que más gastos soporta, y la que más responsabilidades tiene en lo respectivo a la calidad del producto.

En estas circunstancias, siendo el wrestling, como lo es, una forma de entretenimiento que vive, en gran medida, de la energía del público, es obvio que esta calidad se desploma. Y tampoco es que estuviera por las nubes antes de la pandemia. Por tanto, la empresa tiene que hacer cosas un poco distintas, para desarrollar un producto digno.

En WrestleMania 36, vimos los matches entre Undertaker y AJ Styles, y entre John Cena y The Fiend, que resultaron ser dos joyitas de lo audiovisual. Los intentos de crear brawls descontroladas por todo el recinto, no funcionaron tan bien, por desgracia, dado que necesitan de la interacción del público para resultar verdaderamente relevantes. El combate entre Edge y Orton, y el combate entre Gargano y Ciampa, resultaron muy aburridos.

Después de WrestleMania, llega Money in the Bank 2020. Aunque los ladder matches sí que han demostrado adaptarse bien a un ambiente solitario, WWE ha decidido innovar y crear algo un poco distinto también en esta ocasión. Quizás, eso sea lo único bueno de esta crisis: la necesidad de reinventarse.

A diferencia del resto de combates del show, que se graban desde el Performance Center de WWE en Orlando, Florida, las dos batallas de escaleras de Money in the Bank se produjeron en las oficinas centrales de WWE en Stamford, Connecticut, donde la empresa ha operado desde el año 1985. Las dos batallas ocurren de manera concurrente, por todo el edificio, para acabar en la azotea, donde hay un ring con escaleras, y los dos maletines colgados.

¿Por qué WWE ha realizado esta batalla en Stamford, teniendo un recinto muy hermoso en un estado en el que, además, goza del estatus de empresa esencial, para poder trabajar sin problemas? Se ha sabido que las autoridades de Connecticut intentaron frenar las grabaciones en las oficinas de Vince, pero este se las arregló para poder terminarlas. Privilegios de tener el móvil personal del Presidente de Estados Unidos, supongo.

Pues quizás el motivo de que esto se haya hecho de esta manera es que WWE ha puesto en venta su edificio, para mudarse a uno mayor. En 2021, abandonará las oficinas que han visto a la empresa crecer, hasta el punto de no caber en ellas. Quizás, llevar a cabo estas peleas en él, sea una forma de rendir homenaje, y de hacer que quede en el recuerdo colectivo. Ya tuvo el edificio, eso sí,  una aparición de gran relevancia, cuando WWE firmó aquel polémico spot televisivo que se emitió en la Super Bowl de 1999.

Grabar los dos combates al mismo tiempo es muy original. Y también lo es, de cara a la redacción de los respectivos reviews de cada lucha. Dado el formato inamovible del blog, cada una de las dos luchas tiene que tener su articulo, aunque se redacte a partir del mismo vídeo. Tendré que centrarme, en este artículo, en las acciones de los hombres, y en el próximo, en las que protagonizan las mujeres.

Una vez más, no voy a poner nota oficial a estos combates, porque sabemos que son grabados como una película, esto es, con tomas, descansos, etc. Además, es obvio que hay partes que se han grabado en distintos momentos, que hay apariciones especiales que, muchas veces, no coinciden, sospechosamente, en plano con el resto, y da la sensación de que hay personas que no pueden estar en el edificio en la parte final del match, de tal manera que se busca una excusa para sacarlos de la contienda.

Por lo demás, la lucha es entretenida, y si tuviera que ponerle una nota, quizás estaría en las ***1/4. Hay mucho brawl por todo el edificio, pero con efectos sonoros y banda sonora, de tal manera que el combate resulta mucho mejor ambientado que las brawls fallidas de las últimas semanas. Asimismo, la diversidad de localizaciones y la alternancia entre los dos combates, hacen la batalla más amena.

En lo que a los hombres respecta, estos comienzan luchando en un gimnasio, utilizando algunas de las máquinas de entrenamiento que hay ahí. Esto recuerda un poco al combate entre Edge y Orton. Corbin rompe un espejo, y AJ queda rezagado, cuando todos se van, al ser atrapado por Otis bajo una pesa.

El combate sigue por el edificio, con pequeñas apariciones de Brother Love, esto es, Bruce Prichard, y de una versión de Doink the Clown muy joven. Aj se lleva un buen susto al ver un gran cuadro del Undertaker, que le enterró en el último combate que disputaron, y es encerrado en una habitación en la que hay un ataúd.

Tanto hombres como mujeres colisionan en una zona en la que está Paul Heyman comiéndose un buen banquete. Otis se vuelve loco, y comienza una batalla de comida con unos y otras involucrados. El pobre Rey Mysterio se lleva la peor parte, al recibir una Sleeper de Shayna Baszler, y al ser aplastado entre Otis y Nia Jax.

Otis le pega un pastelazo a John Laurinaitis, que llega al lugar en una silla monotorizada al grito de "People Power". Bryan y AJ siguen peleando, hasta llegar al despacho de Vince McMahon, que está trabajando en sus cosillas. Este hombre no entiende de cuarentenas, se las salta, para ir en domingo a su despacho y escribir algo en una libreta. Vete a tu puta casa, hombre.

Vince echa de su despacho a los dos luchadores, y se lava las manos con desinfectante. Debe ser la mención más explícita que WWE ha hecho sobre el coronavirus. Las mujeres llegan a la azotea, donde tiene lugar la última parte de su batalla, mientras que el primer hombre en hacer acto de aparición es Baron Corbin.

Corbin podría haber ganado fácilmente, pero, cuando llega, está Asuka subida a la escalera. Le pega una paliza y lo echa del ring, para ganar, ella, la versión femenina de la batalla. Cuando esa pelea acaba, llega el resto de los hombres.

La batalla en el ring con escaleras no es muy compleja. No hay grandes spots; es sólo un colofón con algunas buenas acciones. Corbin lanza por la azotea, al vacío, a Rey Mysterio y Black, para sacarlos del combate.

Sí, esto puede parecer un asesinato, pero no, en el siguiente programa de RAW, los dos luchadores vuelven, sin problemas. Note el lector que estos dos hombres son los únicos que estaban apareciendo en los programas semanales de RAW en el momento en que se grabó la pelea, así que, posiblemente, el resto de la lucha se grabara en un momento en el que ambos debían estar en florida, y de ahí su desaparición. los otros 4 hombres pelean; AJ y Corbin consiguen coger el maletín al mismo tiempo, pero llega Elias, quien había tenido una importante rivalidad con el Rey del Ring, y le pega un guitarrazo a este, lo que provoca que el maletín caiga en las manos de Otis, que ni siquiera podía subir las escaleras sin romperlas, por su peso. Así, una muy sorprendente victoria se va a manos del único hombre por el que yo no hubiera apostado, ya que está en un nivel mucho más bajo que los otros 5. Yo pensaba que estaba aquí para protagonizar segmentos cómicos, pero se convierte en ganador. Es original.

Puntuación: -

viernes, 14 de junio de 2019

51-Man Battle Royal, WWE Super ShowDown 2019



Tras revisar la lucha entre Undertaker y Goldberg, pretendía  cerrar el episodio referente al evento Super ShowDown de WWE. Pero en él tuvo lugar la Battle Royal más grande de la historia, que, además, fue ganada por un chico local al que pocos conocen, Mansoor. Creo que son dos elementos que convierten a la batalla en algo que debe quedar reseñado en un blog sobre historia del wrestling, aunque no sea muy grata de ver. 

WWE gana mucho dinero con sus eventos en Arabia Saudita, y, a cambio, debe presentar cosas especiales. En Greatest Royal Rumble, llevó a cabo un Royal Rumble Match de 50 hombres. En Crown Jewel, se dio un torneo para determinar el mejor luchador del mundo, que fue ganado por Shane McMahon. El tercer PPV en el país es Super ShowDown, evento para el cuál, la empresa se quedó sin nombres, y optó por ponerle el mismo que al show que realizó el año pasado en Australia, pero sin un guión entre Show y Down. Aquí, se llevó a cabo la Battle Royal más grande de la historia, con la participación de 51 hombres.

Da la sensación de que WWE improvisa todo el tiempo. No solo por el nombre del show, sino también por la fecha en la que lo realiza. Se supone que iba a ser para mayo, pero, por lo que sea, se cambió a junio, un mes en el que hace mucho calor en Arabia Saudita. Muchísimo. Y metieron a 51 tíos en un ring, así que vivieron un auténtico infierno, tanto por el calor, como por el olor, según comentaba Samoa Joe hace poco. Son cosas de las que no se habla nunca: la peste que huele una battle royal.

Además de improvisada, es una empresa perezosa, porque, cuando tiene que aportar algo distinto a un show, pues mete una battle royal de toda la vida, y ya está. Y en ella, prácticamente, no pasa nada. Hemos visto últimamente Rumbles de ROH, MLW y AEW muy entretenidos, y esta empresa, que puede pagar cualquier cosa, mete a los tíos ahí, para que vayan cayendo del ring como fruta madura, empezando, claro, por la división crucero y la división Tag Team. Sin ilusión ni ambición.

Se dice que muchos luchadores protestaron por hacer un viaje tan largo, para tener un papel tan pequeño, para ser trozos de carne en un ring atestado (y apestado). Supongo que cuando les llegue el cheque por su participación, se les pasará el enfado, porque no va a ser pequeño.

Entre los participantes destacados, están The Miz, Samoa Joe, Matt Hardy, Cesaro, Nakamura y Elias, que canta antes de entrar, burlándose de algunos de sus rivales. Este tipo tiene un carisma enorme, qué lastima que no haya sido nunca usado de forma digna sobre el ring. 

Entre todos estos hombres está Mansoor, el chico de Arabia Saudí que firmó la empresa hace un tiempo, y que milita en NXT. En ningún momento es citado, así que no noto su presencia hasta el final del combate.

Una de las pocas cosas buenas que ocurren es un triple choque entre tres tag teams bastante interesantes: Authors of Pain, Los Viking Warriors y Heavy Machinery. La Experiencia Vikinga sale triunfante, aunque es eliminada por Titus O'neal. Eso es lo que vale la división tag para WWE.

Matt Hardy tiene una buena participación, aunque es eliminado por Cesaro, tras echar fuera a los Revival. En general, hay muchos luchadores que expulsan a alguien, tan solo para ser eliminados justo después. También está Sin Cara, que vuelve tras milenios de lesión. Podría haber vuelto antes, pero parece que no había planes para él (como si los hubiera para alguien). El mexicano consigue echar fuera a Shinsuke Nakamura.

Cesaro consigue aplicar su ruleta sobre Alexander, y Miz puede aplicar sus patadas sobre Elias y el suizo. Esto queda en un tres para tres: Mansoor, Ricochet y otro luchador de origen árabe, Alí, se enfrentan a tres rudos: Samoa Joe, Cesaro y Elías. 

Ricochet y Alí se alían para eliminar al samoano, pero son víctimas fáciles para Cesaro. Este es eliminado por Mansoor, que disputa la final con Elías. Está a punto de ser derrotado, pero finalmente, expulsa al cantautor. La gente entra en júbilo, y el luchador se lanza a celebrar entre el público. 

El momento es bonito, y genera algo inesperado. No parece mal luchador este chico. Por supuesto, hay gente que merece victorias como estas más que él, pero WWE suele dar momentos de protagonismo a luchadores locales en todos sus live shows internacionales, porque el patriotismo siempre vende. 

La lucha es una simple battle royal. Larga y no muy buena. Si no fuera por la victoria de Mansoor, no habría motivo para recordarla.

Puntuación: **1/2