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martes, 16 de octubre de 2018

The Undertaker vs Triple H, WWE Super Show-Down



El negocio del wrestling de hoy en día es una locura. Es imposible seguir el ritmo a todos los shows que hay, y a todos los records que se rompen. Y no sólo en el mundo independiente, en Japón o México, también en WWE, una empresa terriblemente conservadora, pero que está haciendo muchas cosas.

Mae Young Classic, NXT UK, 205 Live y el WWE Mixed Match Challenge. Son cuatro nuevos productos que tendremos que comentar en algún momento. Por suerte, no hay wrestling en Total Divas y todos esos realities, porque no apetecen. Pero, por encima de ellos, están los PPVs de nuevo cuño.

En los programas de WWE, hemos visto, al mismo tiempo, cómo se estaban preparando rivalidades para Hell in a Cell, Super Show-Down, Evolution y Crown Jewell. Nunca ha habido semejante lío.

Por encima de todo, destaca el regreso de la rivalidad entre Triple H y Undertaker, que, gracias a la pasta de los jeques sauditas, traerá consigo el regreso a los encordados de Shawn Michaels, algo que todos pensamos que no pasaría jamás. Pero, antes, en Super Show-Down tenemos un Last Time Ever, el último combate de la historia entre The Undertaker y Triple H.

Undertaker y Triple H tienen mucha historia juntos. Son dos de los grandes protagonistas de la Era Attitude, y tuvieron muchos enfrentamientos. En WrestleMania 17, se enfrentaron en una buena brawl.

Pasaron los años. Triple H y Shawn Michaels era los grandes veteranos de RAW, mientras que Taker mandaba en Smackdown. El Enterrador ganó el Royal Rumble 2007 al eliminar en último lugar a Michaels, y por la calidad de su enfrentamiento, la gente soñaba con verlos luchar de nuevo, y rememorar batallas del pasado.

En WrestleMania 25, al fin se enfrentaron, en un combate que ocurrió, básicamente, porque no había más planes para ninguno de los dos. Pero fue increíble, una de las mejores luchas de la historia de la empresa. Así, cuando Michaels quiso retirarse, el año siguiente, eligió a Taker como su rival. Escribieron una gran historia en la que Shawn se demostró obsesionado por su derrota previa. En WrestleMania 26, volvieron a tener una pelea tremenda, y la carrera de Michaels se acabó.

Un año después, fue Triple H el que acudió a por venganza, y también él fue derrotado en dos tremendas batallas en WrestleMania 27 y 28. Esta última fue dentro en una jaula infernal, llamada The End of an Era, con Shawn como referee especial. Hicieron un gran trabajo, y cerraron a lo grande una gran época en la historia de WWE.

Pero ahora, esa Era regresa por última vez. Bueno, dados los acontecimientos, ya sabemos que no será la última vez. WWE va a realizar un show a Melbourne, en Australia, a un estadio en el que caben 100.000. Entonces, se tiene que inventar excusas para vender entradas.

En el show The Greatest Royal Rumble, Triple H se enfrentó a John Cena en una lucha old school sin mucha historia. Y parecía que la que tendría en Australia con Undertaker sería del mismo tipo. Una excusa para vender entradas en un house show. Pero las promos continuaron. Y se metió Michaels en medio, y después Kane. Los Brothers of Destruction aplicaron un ChokeSlam sobre DX, preparando ese combate entre Undertaker y Triple H, con Kane y Michaels, respectivamente, en las esquinas. Esta lucha dará lugar a otra entre las dos parejas, que jamás se dio anteriormente. Y a WWE le encanta dar choques entre stables que sean inéditos.

Ya hablaremos de ello cuando comentemos Crown Jewell. Si tiene lugar. Porque hay una gran polémica con respecto a los negocios de USA con Arabia, por la desaparición de un periodista, que podría haber sido asesinado por el régimen. WWE va a cobrar cientos de millones por sus negocios con Arabia, pero también va a ganar cientos de millones por su acuerdo con Fox. Y Fox no es muy fan de Arabia. Se ha dicho que el PPV puede ser cancelado, y muchos fans de la empresa, de hecho, lo exigen. Recordemos, por otro lado, que Linda McMahon trabaja en el gabinete presidencial de Trump, y que Kane ha sido elegido alcalde de su pueblo. Pero claro, si haces negocios con una dictadura como esta, y encima, los haces durante mucho tiempo, hay muchas posibilidades de que te metas en líos como este. Veremos qué pasa.

La lucha entre Taker y Hunter ha sido la más promocionada para Super Show-Down, y por eso es el main event. La empresa superó las 62.000 entradas vendidas, aunque anunció 70.000, y en gran parte, es gracias a ella, aunque hay varios atractivos, como la vuelta de John Cena con su nuevo golpe chino, un Styles vs Joe, una lucha de The Shield, y un enfrentamiento entre Miz y Bryan para determinar el próximo retador al título de WWE, además de un combate en el que Ronda Rousey hace equipo con The Bella Twins, y otro en el que un australiano lucha por el campeonato Cruiserweight. No es mal evento, en absoluto, aunque una entrada de 62.000 personas para algo que no es WrestleMania es una salvajada que creo que no se está valorando lo suficiente.

Sobre esta lucha, soy consciente de que las críticas no van a tener piedad. Posiblemente ya estaban escritas antes de que empezara el evento. No obstante, a mí el combate me parece un producto muy interesante, por los motivos que comentaré a continuación.

Hemos visto muchos combates indy con una ejecución mil veces mejor. Pero los luchadores usan la misma ejecución con cualquier rival, y en cualquier contexto. Esto es otra cosa; es storytelling.

Triple H y Shawn Michaels están obsesionados. Ninguno de los dos pudo vencer a Undertaker. Les humilló. Hoy, entre los dos, lo van a conseguir. Y uno de los mecanismos que se inventa Triple H es cambiar las reglas del juego: la anunciadora comunica al público que la lucha será sin descalificación. Triple H ríe, y Undertaker lo acepta de buen grado.

La lucha es lenta. Undertaker, no sólo está viejo, sino que además apenas lucha. Este año ha tenido 3 combates, pero han sido muy cortos, sin apenas exigencia. No tiene un cardio para aguantar luchas tan largas como esta, así que los golpes se venden en exceso, para descansar. Por lo demás, hay que decir que no hay ningún error que hable mal de su condición física. El combate es muy digno, y se cuenta una historia.

Poco después de comenzar la lucha, Michaels empuja a Taker contra el poste, haciéndole daño en la cabeza. Todos los ataques de Triple H, que ha sido anunciado, no por casualidad, como "El Asesino Cerebral", son a la cabeza del Phenom. Tanto el Pedegree como la Sweet Chin Music son un arma muy peligrosa, así que el plan es partirle la cabeza al gigante. Shawn está ahí siempre para ayudar a su amigo, o para captar la atención del Enterrador, que no parece concentrarse en Triple H por la presencia de HBK. Por su parte, Kane fracasa a la hora de proteger a su hermano. Triple H le aplica un codazo volador sobre una mesa, y Shawn le pega un golpe bajo. Estos dos ataques le tienen KO en ringside la mayor parte del enfrentamiento.

En cuanto a estilo, la lucha es muy del tipo Era Attitude, con brawl y storytelling, pero sin una ejecución excesivamente brillante. Además, hay alguna referencia a la lucha de WrestleMania 17, y hay ataques a los referees, clásicos en el Deadman. Me gusta el momento en que Taker intenta hacer rendir a Triple H con el Hell's Gates, pero este le ahorca con su mazo. Con golpes de mazo, Sweet Chin Music y Pedegree, los DX terminan de derrotar a Undertaker, que ha recibido mucho daño en la cabeza.

Como digo, la lucha es lenta y la ejecución no es muy técnica, pero me gusta la historia que se cuenta. No está mal, y está adaptada a los hechos ocurridos en una historia larga. Finalizada la lucha, DX y Brother of Destruction celebran juntos, pero los dos gigantes atacan a sus rivales. Todo queda preparado para un tag team match en Crown Jewell.

Puntuación: ***1/2

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