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domingo, 13 de enero de 2019

Kurt Angle vs Drew McIntyre, WWE RAW 05/11/2018



Tras su vuelta a WWE, todos esperamos nuevas grandes batallas de Kurt Angle. Desde luego, no estaba en la misma forma física que hace 10 años, pero para dar una lucha a ras de lona, el hombre se mantiene muy bien. Hasta un año antes, había estado luchando regularmente en TNA, y después, se mantuvo activo en los territorios independientes, así que no es que estuviera jubilado.

Pero, mientras que WWE respeta mucho a los veteranos de la familia (Shane McMahon, Undertaker, Triple H o Shawn Michaels), parece siempre dispuesto a pisotear la leyenda de otros de los que podría sacar algo realmente bueno. 

Durante más de un año, Kurt Angle jugó el papel de General Mánager de RAW, y no tuvo ninguna lucha individual. Participó en TLC, sustituyendo a Roman Reigns en The Shield, y estuvo en WrestleMania, junto a Ronda Rousey, para luchar contra Triple H y Stephanie McMahon.

Esperaba que la primera lucha en singles de Angle fuera algo especial. Y el storyline en el que Baron Corbin le robaba el puesto de GM parecía indicar eso. Pero, no, Angle acabó luchando en aquella ridícula copa mundial de Crown Jewell, y perdiendo en primera ronda ante Dolph Ziggler. Todo muy vacío.

Porque está bien que usen a veteranos para darle push a jóvenes, pero sabemos que nadie le va a dar un push a Ziggler, y que después de vencer a Kurt, va a perder con cualquiera. Además, para que los veteranos sean capaces de aportar algo, hay que vender su legado y su leyenda, no ponerlos a jobbear cada 5 minutos. El mérito de WWE de hacerlo todo mal es grande.

Semanas después, Kurt Angle tenía la oportunidad de liderar al equipo de RAW en Survivor Series. Para poder lograr tal cosa, debía vencer al también regresado Drew McIntyre, que, ahora, con una nueva actitud y un nuevo físico, más curtido por sus luchas por el mundo, supone una esperanza de futuro grande para WWE. Es hora de que Kurt Angle le ponga over.

Algo que ya hizo en Impact Wrestling. Cuando dejó la empresa en 2016, tuvo su gira de retiro, y fue derrotado por el escocés, que se presentaba como una de las estrellas de los dos siguientes años en esa compañía. En WWE, parece que ocurrirá algo parecido. 

Se dice que fue el propio Angle el que tuvo la idea de este combate. No está mal, es un buen combate, y Angle queda como un auténtico underdog. Es útil para hacer que la gente odie a Drew, y para que este quede un animal, pero resulta un poco humillante para el campeón olímpico, que queda en una situación de poca credibilidad de cara a hipotéticas rivalidades futuras. Creo que hubiera sido genial acabar su historia con Baron Corbin a través de una buena victoria, que le colocaría en un buen lugar para que esta lucha tuviera el efecto deseado para uno y para otro.

La lucha es muy dominada por Drew, que aplica buenas palancas al brazo, y también lanza a Angle contra las escaleras metálicas para dañarle el hombro. El face tiene un par de buenos comebacks, en los que aplica un Olimpic Slam, y los 3 amigos.

La lucha está bien diseñada, bien bookeada, y el público nunca pierde la esperanza de que Kurt gane. No es una humillación tan obvia como  había leído antes de verla, pero Drew lo pretende. Mira a un Angle que apenas puede moverse, que está arrodillado ante él, y le dice que se está poniendo en vergüenza a sí mismo. Cuando el excampeón de WWE intenta atacarle, le controla fácilmente, y sigue humillando y atacando, puesto que una de sus patadas le ha dejado en un estado lamentable. No obstante, Kurt consigue engancharle y aplicarle un Ankle Lock. La gente espera que el rudo se rinda, pero eso no ocurre. Drew se libra, y Angle falla un Olimpic Slam, dados los ataques recibidos en espalda y brazo, recibiendo, después, sus propios finsihers para ser derrotado.

Esta es una lucha de programa semanal,  no es técnicamente genial, pero está bien hecha, cuenta la historia que desea contar, y genera el sentimiento que pretende. Es un buen trabajo.

Puntuación: ***1/2

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