En el segundo Takeover de Nakamura, tiene una segunda lucha sin mucha historia ni rivalidad subyacente. Está bien que utilicen a Nakamura para dar espectáculo, para dar una lucha buena en cada gran evento y punto, pero estas luchas, sin rivalidad, si títulos o sin motivación, se quedan un poco light.
En Takeover: The End... of the Beginning, Shinsuke Nakamura se enfrenta a otra gran estrella firmada por WWE recientemente, y que se encuentra en una situación similar a la del japonés. Supongo que esperando a la división de marcas. Se trata de Austin Aries, campeón mundial de TNA en su momento, que ya venció a Baron Corbin en su debut.
Aries llega con una venda en su estómago, alrededor de la cintura. La lucha comienza de una forma más o menos amistosa, hasta que Shinsei empieza a dar rodillazos en la cara. Esto ya es algo serio. Aries se enfada aún más cuando el japonés no para de hacerle tragar zapato en el esquinero, obviando las amonestaciones del referee. Aries se venga, haciéndole tragar codo.
Aunque empieza atacándole la pierna, el objetivo de Austin es la carita de Nakamura. Golpes de antebrazo, flying elbow, o tope suicida. Shinsuke responde con lo mismo, mucho rodillazo, de esos de los que dan miedo, facebuster, y triangle shock. También aprovecha para castigar, a rodillazo limpio, el herido bajo vientre del ex-TNA.
Aries consigue su objetivo, atrapando a Nakamura en un Horns or Aries, pero el Japo consigue escapar, tan solo para recibir un increíble Death Valley Driver en el borde del ring. Nakamura está muy tocado después de eso, el conteo del referee llega a 8, pero Aries comete el error de pasarse de listo, y volar con un tope soicida a por el Japo, tragándose los protectores. Un par de ataques más y un rodillazo bien dado dejan a Aries KO. Victoria para Shinsuke Nakamura.
Lucha muy buena, se queda a las puertas de las 4 estrellas.
Puntuación: ***3/4