En recuerdo de Arturo Rivera
En el último par de años, hemos visto partir hacia la Arena Celestial a muchas voces queridas dentro de la industria del wrestling. Hace unos días, se unió a este selecto grupo el periodista Arturo Rivera, que siempre será recordado como el principal comentarista de AAA. Allí, se verá las caras de nuevo con un gran amigo suyo, el Dr. Alfonso Morales, quién hizo lo propio hace poco más de un año, y del que entonces no dije nada, puesto que no estaba escribiendo, entonces, demasiado. Intentaré reparar tal afrenta próximamente, con una ofrenda en forma de post, pero hoy, por lo cercano de la defunción, toca hablar de Arturo Rivera.
Yo, personalmente, no tengo un recuerdo de él al nivel del que tengo del Dr. Alfonso Morales. Porque yo, cuando era jovencito, veía las funciones del Consejo Mundial de Lucha Libre que se emitían por los canales internacionales de Televisa, mientras que no soportaba la farándula de AAA. Y una de las cosas que más me gustaban de las transmisiones del Consejo, era la continua batalla dialéctica que mantenían sus comentaristas: eran muy graciosos. Entraré en más detalle acerca de esto cuando le dedique un post al Doctor. Sin embargo, hay que dar crédito a Arturo por ser quien provocó la revolución dentro de los comentarios televisivos.
Lo hizo en el propio Consejo, y en contra de la opinión de las autoridades de La Seria y Estable, empresa que no admite el cambio, y se niega a evolucionar. Arturo Rivera se convirtió en el primer comentarista rudo en México; el primero que, abiertamente, apoyaba al bando de los malos, y eso, al presidente Paco Alonso no le gustó nada. Sin embargo, los periodistas trabajaban para la televisión, no para la empresa de lucha libre, así que lo permitió. Al menos, lo permitió hasta que ocurrió la espantada del 92, cuando su principal colaborador, Antonio Peña, harto de los límites a la creatividad que imponía el Consejo, montó la AAA y se llevó a buena parte del elenco.
Arturo apoyó mucho a Antonio en esta labor. Estuvo con él en todo momento, y lloró mucho su muerte, así como se lamentó en antena muchas veces contra aquellos que, tiempo después, abandonaron AAA para participar en el proyecto de Promo Azteca de Konnan que no acabó de cuajar. Precisamente por esto, Paco Alonso vetó a Arturo Rivera: prohibió a Televisa que él formara parte de las retransmisiones de sus funciones. De hecho, cuando, antes de la pandemia, el CMLL volvió a Televisa, en el contrato se incluyó una clausula en contra de la posibilidad de que Rivera formara parte de las retransmisiones, que corrieron a cargo del divertido Leo Riaño (creo que aún siguen en antena).
Pero no pasa nada, porque en AAA, Arturo pudo sacar todo su arsenal, y divertirse a lo loco. Ya fuera junto al Doctor Alfonso Morales, que siempre fue su contrapartida en el bando técnico, o con cualquier otro anunciador, Rivera divirtió a los seguidores, o los enfadó, al menos a aquellos que se lo tomaran en serio, porque, de igual manera que hacía los comentarios para televisión, hacía de anunciador, empezando por su expresión de odio hacia los fans. E incluso llegó a meterse en historias serias (serias al nivel AAA, quiero decir), como comentaremos después.
Muchas frases y expresiones suyas pasarán a la historia, como "¡Los rudos, los rudos, los rudos... y el Atlante!", o "¡Guácala de pollo!". Realmente, él fue un reportero deportivo que se dedicó a otros muchos deportes, pero que encontró la felicidad en la lucha libre. Tras 40 años de comunicación, falleció en febrero de 2022, a los 67 años de edad. Una pena.
Como en cada post, me gusta comentar una lucha, y en aquellos referidos a personas fallecidas, intento que esta sea una muestra de su trabajo. Rivera era un periodista y no un luchador, y que yo sepa, no ha peleado nunca. Sin embargo, dada la locura que es AAA, sí que tuvo la posibilidad, en alguna ocasión, de meterse en líos, e incluso de perder la cabellera. Lo hizo en el evento Rey de Reyes 2009, tras una lucha entre el malvado Konnan y el ídolo Vampiro.
Quién no conozca Triple A, se sorprenderá si ve sus espectáculos (sobre todo los de principios de este siglo), y comprenderá el rechazo que yo sentía esos domingos en los que me levantaba por la mañana para ver la lucha, y me llevaba la ingrata sorpresa de que, ese día, no había función del CMLL, sino de AAA. Esa empresa, durante más de una década, estuvo ocupada por storylines de invasión, en los que grupos de malvados atacaban al poder de la empresa, sin demasiada causa subyacente. Es como una perpetua NWO, pero cutre. Durante mucho tiempo, el protagonista negativo de esta historia fue (y es) Konnan, el conocido luchador que estuvo en WCW, y que es famoso por su interés creativo y su emprendimiento. Luchando o sin luchar, se las ha arreglado para ser el malo oficial de la empresa, y durante mucho tiempo, sus historias fagocitaron todo el producto, de tal manera que no se podía encontrar una lucha importante y buena, pues todas estaban llenas de parafernalia, trampas, árbitros rudos e intervenciones por millares. Una cosa muy desagradable.
Konnan era el líder de la Legión Extranjera, un grupo que existido entre 2004 y 2010. En él, participaban luchadores extranjeros que llegaban a la empresa, si bien podía entrar cualquier rudo. Konnan, a través de sus malas artes, consiguió apoderarse del poder en la empresa, llegando a agredir físicamente a Joaquín Roldan, el presidente de la compañía tras la muerte de Antonio Peña. E incluso Arturo Rivera, el muy gandaya, se unió oficialmente a la agrupación, entrando en conflicto con Joaquín. Así, en el evento Rey de Reyes 2009, que tuvo lugar en la plaza de toros de Guadalajara, Jalisco, Konnan se enfrento a El Vampiro, a veces también conocido como Vampiro Canadiense, en una lucha de cabellera vs cabellera, en la que las cabelleras que estaban en juego no eran las de los wrestlers, sino las de los seconds: Arturo Rivera y Joaquín Roldan.
Quizás la gente recuerde al Vampiro por su paso por WCW. También estuvo en algunos shows de TNA, así como en proyectos televisivos americanos interesantes, como Lucha Underground, donde tuvo una lucha histórica frente a Pentagón Jr, o Wrestling Society X. Pero, sobre todo, Vampiro es una leyenda en México, un luchador que levantó pasiones allí. En 2008, llegó a AAA para enfrentarse al gran campeón de esa época: El Mesías, mas acabó participando en la rivalidad que, realmente, ocupaba el interés del pueblo. Así se encontró con Konnan, un hombre con el que tiene una rivalidad eterna que llega a nuestros días, a pesar de la ancianidad de ambos.
El propio Arturo se encarga de anunciar la lucha, y de insultar al público de todas las maneras. Esto es AAA, así que, básicamente, aquí no hay reglas: en una esquina está el Vampiro, que cuenta con el apoyo del señor Roldan, un apoyo escaso, pues se trata de un hombre bajito y de mediana edad, esto es, un notario de Logroño, mientras que Konnan tiene de su parte a dos miembros de la Legión Extranjera: La Hart Foundation de AAA, Jack Evans y Teddy Hart, además del referee, el insoportable Hijo del TIrantes, y el propio Arturo Rivera, que si bien es mayor y tiene escaso movimiento, no desperdicia la oportunidad de atacar cuando esto es sencillo. Desde los comentarios, el Dr Alfonso Morales nos ameniza una locura sin sentido.
Vampiro, pues, pelea contra todos. Esto es una carnicería, en la que consigue tener varios comebacks, pero siempre recibe algún ataque tramposo que lo frena. Cuando consigue aplicar un doble ChokeSlam sobre los dos luchadores de peso crucero, incluso Rivera le pega con una silla. Por suerte para él, empieza a recibir ayuda, y eso le posibilita ganar la contienda.
Cuando el Hijo del Tirantes queda KO, llega Sean Waltman, el famoso luchador de WWE que en esta época se divierte en AAA, e intenta contar por él. No tiene éxito, y también es atacado por los rufianes. Pero, posteriormente, es Marco Corleone quien llega para balancear la cuestión, y gracias a ello, Vampiro consigue llevarse el match, pegando incluso a Arturo, que es un señor mayor.
Para quien no lo sepa, Marco Corleone es un luchador americano que peleó como Mark Jindrak en WWE, en tiempos de la Ruthless Agression. No tuvo tanto éxito como otros sacos de músculos de la época, y sin embargo, encontró acomodo en México, siendo una estrella en CMLL. Aquí, esta noche hace una aparición sorpresa; una "tipica" sorpresa de AAA, que hace lo mismo constantemente: hacer debutar a exestrellas de CMLL que llegan para salvar a alguien del habitual ataque de stable rudo en grandes eventos. Ningún fichaje suyo sirve para mucho, porque todos sus "combates" son como este.
Konnan no quiere aceptar la derrota, pero Arturo se dice hombre, y acepta raparse. Sin pelo, se va llorando, mientras sus compañeros de comentarios se ríen de él.
Puntuación: **1/2
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