A principios de año, teníamos claro que, en WrestleMania 32, veríamos a Lesnar luchar frente a Bray Wyatt, y a Ambrose enfrentarse a Chris Jericho. Pero, después de la Triple Amenaza de FastLane, por el Number 1 Contender al WWE Champisonhip, los planes cambiaron, pasando Ambrose y Lesnar a enfrentarse entre sí.
Lesnar es una bestia, solo un loco querría enfrentarse a él. Pero Ambrose es, precisamente eso, un loco, y calentó a la bestia, tanto, que esta acabó reventándolo contra un coche. La lucha en WrestleMania estaba servida.
Dean Ambrose, a priori, no tendría ninguna opción, pero la lucha acabó siendo un No Holds Barred Street Fight. Encima, el lunático recibió la visita, durante los Raw previos a WM, de dos grandes leyendas de lo extremo, Mick Foley y Terry Funk, quienes fueron a aconsejarle sobre la lucha, y a llevarle un par de regalitos: un bate con espinas, y una sierra mecánica. La cosa se ponía interesante.
Pero no lo ha sido. Seguramente, esta lucha es la mayor decepción de WrestleMania. Dean Ambrose no está al nivel para luchar con Lesnar, y WWE lo deja claro. El Ex-campeón de UFC lo mata, a base de Suplexs. El público disfruta del Suplex City, pero es bastante aburrido.
La lucha es, básicamente, un squash, con algunos buenos come-backs de Ambrose, uno después de darle a la bestia un fault, y otro, a base de sillazos. Consigue, incluso, pegar el Dirty Deeds sobre unas sillas, pero está lejos de ganar. Ni siquiera puede llegar a usar los dos objetos que le habían regalado las leyendas, Lesnar echa a perder todo intento. F5 sobre un montón de sillas, y se acabó el intento de Ambrose.
Lucha simplona, 13 minutos, y 9 de ellos son de suplexs.
Puntuación: **3/4
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